Desde el entorno del ex gobernador Omar Perotti y sus ex funcionarios en la anterior gestión en la Casa Gris salieron a responder –y a desmentir– en forma tajante al gobernador Maximiliano Pullaro, quien se había referido a la fuga de detenidos de la comisaría 5ª de Rosario remarcando que desde 2019 hasta 2023 “no hubo obra pública carcelaria” y que cuando él terminó su gestión como ministro de Seguridad de la gestión de Miguel Lifchitz no había presos en comisarías. “Estos dichos no se corresponden con la realidad. En marzo de 2020, una inspección del Ministerio de Seguridad reveló que 723 personas estaban detenidas en distintas unidades regionales, superando ampliamente las 664 plazas disponibles, especialmente en el departamento La Capital, donde la Unidad Regional I tenía 131 plazas para un total de 250 detenidos”, replicaron.
Los integrantes de la gestión Perotti sostuvieron que la obra pública carcelaria sí estuvo paralizada por largo tiempo, pero precisamente hasta que el ex intendente de Rafaela asumió en la Casa Gris. “Durante el periodo 2019-2023 se invirtieron más de 5.000 millones de pesos para crear 1.445 nuevas plazas en las cárceles santafesinas. Estas inversiones permitieron la ampliación y mejoramiento de la Unidad Penitenciaria N°3 (Rosario); la refuncionalización del nuevo pabellón comunitario en la Unidad N°10 (Santa Felicia); la construcción de la Alcaidía Regional N°2 (Las Flores), y la construcción del muro perimetral en la Unidad N°11 (Piñero)”, insistieron.
Y remarcaron que “la obra pública carcelaria estaba paralizada en 2019, no en 2023”, es decir, en el final de la gestión de Pullaro en Seguridad y no en el final de la gestión de Perotti en la Gobernación.
“Desde la inauguración de la cárcel de Santa Felicia, hace más de 25 años, la obra pública carcelaria estuvo prácticamente paralizada hasta el inicio de la gestión de Omar Perotti” insistieron, para pasar lista luego otras inversiones: “Se instalaron inhibidores de señales en Piñero, y se colocaron y pusieron en funcionamiento escaners de bulto, body scanners y arcos de detección metálica en Las Flores, Piñero y Coronda”.
“En materia de seguridad, se invirtieron más de 6.500 millones de pesos para la adquisición de 32 vehículos, 460 armas, 900 chalecos y 12 minibuses, proporcionando así un piso de recursos significativamente superior al recibido en 2019”, continuaron.
Para los autores de la réplica, no hay dudas de que el repaso “demuestra claramente que la gestión de Omar Perotti no sólo heredó una situación carcelaria paralizada y en crisis, sino que también implementó un plan estratégico para duplicar la cantidad de plazas disponibles, tomando medidas concretas y significativas para mejorar la infraestructura y la capacidad del sistema penitenciario en la provincia”.
Pullaro había hablado de una realidad diametralmente opuesta: “Cuando dejé el Ministerio de Seguridad en 2019 no teníamos presos en comisarías. Eso se dio porque hubo una construcción de obra pública carcelaria”, sostuvo el mandatario santafesino en una entrevista con Radio 2.
Y allí apuntó: “Lamentablemente el período pasado no se construyó obra pública carcelaria lo que hizo que haya una superpoblación carcelaria primero y en segundo término en comisarías, que hace muy difícil la administración de los detenidos. Porque una comisaría no está preparada para tener detenidos”.
¿La oposición de argumentos y números continuará?