Dos científicos santafesinos desarrollaron una novedosa herramienta para producir conocimiento sobre la transmisión del virus sars-cov-2 en los transportes públicos. Más precisamente, en los colectivos. Ambos son investigadores del Conicet en el Cimec (Centro de Investigación de Métodos Computacionales), que se levanta a orillas de la Laguna Setúbal dentro del Centro Científico Tecnológico de la capital provincial.
Los doctores Damián Ramajo y Santiago Corzo pusieron manos a la obra para responder desde su disciplina a los desafíos de la crisis sanitaria, que aún con las vacunas en puerta mantiene en alerta sobre su futuro mediato y, probablemente, deje como saldo varios cambios de modos y conductas. Los dos investigadores apuntan a indagar cómo se propaga el nuevo coronavirus dentro de un ómnibus de pasajeros. Es un tema clave de movilidad y sus riesgos de contagios. Un ambiente cerrado y pequeño, que habitan transitoriamente miles de personas en cualquier ciudad que desvela a todos los especialistas y preocupa a las autoridades.
El estudio tiene por objetivo analizar el transporte de partículas producidas al hablar, toser o estornudar en un recinto cerrado para comprender cómo se propaga el virus. Para eso, modelizaron numerosos parámetros de un viaje cualquiera en colectivo, como la posición de los pasajeros y la influencia del aire acondicionado.
Así, consiguieron identificar una matriz del nivel de evaporación de la saliva dependiendo del tipo de exhalación, el grado de transporte aéreo y el nivel de contaminación provocado, utilizando herramientas propias de la mecánica computacional fluido-dinámicas.
La complejidad del trabajo obligó a combinar dos métodos científicos. Para los casos de tos y estornudos, donde las partículas de saliva exhaladas son de tamaño considerable, se utilizó el modelo de la dinámica de gases y partículas. Para analizar una persona hablando, se recurrió a un método de simulación empleado para el transporte de gases.
Se trata de un análisis que implica el manejo de un enorme cúmulo de datos mediante cómputos de alto rendimiento. Es lo necesario para prever la distribución de gotitas producida al toser, el efecto del aire acondicionado para las distintas posiciones del pasajero y la concentración de aire exhalado por los pasajeros al hablar.
Las gotas y su velocidad con el habla, el estornudo y la tos
Las conclusiones más significativas para considerar en el sistema de transporte urbano en relación a la salud de los pasajeros, en realidad un papel que en algún momento desempeña cualquier ciudadano, son las siguientes:
El estornudo genera grandes gotas que viajan hasta 2 metros de distancia y caen sobre las superficies en menos de dos segundos, generando grandes zonas de contaminación, aunque por el tamaño de las gotas, el aire acondicionado no afecta la distribución de las mismas.
La tos genera gotas más pequeñas que sí son fácilmente transportadas por la circulación del aire acondicionado, aunque luego de los 20 segundos, la mayor parte de ellas se evapora.
El habla genera una gran cantidad de aire exhalado que rápidamente ocupa un importante volumen del interior del colectivo, por lo que el aire acondicionado favorece su propagación, aunque reduciendo notoriamente la concentración, cuestión muy relevante ya que aminora la concentración de virus.