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Investigan hipótesis por vuelos de la muerte desde Rosario

Entre Rosario y Concepción del Uruguay, Entre Ríos, trabajan en conjunto en la investigación de delitos cometidos por la última dictadura militar. Esta semana se terminaron las tareas de exhumación en siete tumbas NN de Villa Paranacito

Esta semana hubo novedades en las investigaciones sobre los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. La fiscal de Concepción del Uruguay, Josefina Minatta, habló con El Ciudadano sobre la causa que investiga vuelos de la muerte en la zona del Delta entrerriano.

«Los vuelos de la muerte son la parte menos explorada y de la que menos se sabe del terrorismo de Estado. La causa está en la etapa de instrucción. Tenemos probados los vuelos pero no está determinado de dónde venían los vuelos. La hipótesis es que venían de Rosario, a partir de la declaración de Constanzo. Además, en esta zona de Entre Ríos se registraron vuelos de la muerte, a partir de testimonio de isleños. Es la primera vez que hacemos este cruce de datos», señaló Minatta.

Se refiere a la declaración del represor Eduardo «Tucu» Constanzo, ex agente de Inteligencia del Ejército condenado por delitos de lesa humanidad, ante la Justicia donde dijo que tuvo conocimiento de tres vuelos que partieron desde el Aeropuerto Internacional de Rosario, en Fisherton, entre los últimos meses de 1977 y los primeros de 1978, con secuestrados de los centros clandestinos de detención La Calamita y La Intermedia. Tanto Minatta como el fiscal de Rosario Adolfo Villate puntualizan lo siguiente: dijo que algunos de los cuerpos trasladados en el avión fueron envueltos en telas o frazadas. Este dato coincide con lo declarado por isleños entrerrianos.

Villate además subrayó que Constanzo declaró esto en varias oportunidades. También expresó: «Hay testimonios sobre el lanzamiento de cuerpos al río, en la zona sur de la provincia de Entre Ríos. Eran arrojados desde aviones o helicópteros y coinciden en que algunos estaban envueltos en telas o frazadas. Esto permite tejer la hipótesis de que esos cuerpos pueden responder a víctimas de nuestra jurisdicción».

Por su parte, la fiscal de Concepción agregó: «La hipótesis establecida tiene sentido, además, porque nuestra zona también pertenece al Segundo Cuerpo del Ejército, como Rosario. Tiene sentido porque los vuelos fueron un método de desaparición de la época. Hasta ahora no se había cruzado la información de lo dicho por Constanzo y nuestras investigaciones».

El fiscal de Rosario sumó un dato más: en los organigramas de 1977 del Segundo Cuerpo del Ejército se da cuenta de una sección de aviación. La pregunta es si esta sección tuvo como objetivo o no la realización de vuelos de la muerte porque lo que sí se conoce es que había traslados de detenidos a otros centros clandestinos.

Sobre los testimonios de los isleños en los juicios de lesa humanidad, Maniatta señaló que muchos dijeron ver cuerpos llevados por la corriente del río y por eso acudieron a Prefectura, desde donde les decían que «los dejaran correr». «En el cementerio de Villa Paranacito fueron encontrados once tumbas NN y siete fueron exhumadas. Ahora se están analizando y estamos a la espera de esos resultados donde se va a comparar con los datos de familiares de desaparecidos. Esta causa también investiga otros temas pendientes como las exhumaciones, no solo ésta sino también la de otro cementerio», desarrolló.

«Estamos haciendo análisis documentales de distintas cosas de la época, del Ejército, la Policía, Prefectura», agregó.

La primera vez que hubo denuncias sobre vuelos de la muerta en esta zona del Delta fue en 2003. Sin embargo, nunca hubo una condena: «Esta sería la primera vez que logramos identificar restos, todavía no sabemos si fueron o no víctimas de terrorismo de Estado. Si se confirmaran identidades que coinciden con la de detenidos desaparecidos ahí sí podríamos avanzar en imputaciones. Hoy no sabemos si son víctimas, de dónde vienen ni qué cadena de mando estuvo involucrada si se confirma la hipótesis».

Este martes 31 de agosto, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) terminó las tareas de exhumación en el cementerio de Villa Paranacito, Entre Ríos. El objetivo es identificar restos de tumbas NN. Si se confirmara una coincidencia con las muestras del Banco Nacional de Datos Genéticos se podría avanzar en determinar cómo fue el momento de muerte, qué procedimiento se utilizó y de qué CDD provenían, por ende quiénes son los responsables de los asesinatos.