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Investigan muerte de un detenido en la seccional 13ª

Estaba solo en una celda por las dolencias que lo aquejaban desde hacía tiempo. Ayer iba a quedar en libertad.

La muerte lo encontró antes que la libertad y sin atención médica. Eduardo Herrera iba a salir libre ayer, el mismo día que falleció en un calabozo de la comisaría 13ª, donde estaba aislado por las dolencias que lo aquejaban desde hacía tiempo. Fue hallado sin vida a las siete de ayer durante un control de rutina y tres horas más tarde, por orden de la jueza de Instrucción 6ª Raquel Cosgaya, que se constituyó en el lugar, trasladado al Instituto Médico Legal para que se le realizara una necropsia. Lo habían detenido el 5 de diciembre pasado por una tentativa de robo en jurisdicción de la seccional 1ª y cuatro días después lo trasladaron a la comisaría de barrio Bella Vista. En ese lapso, su padre radicó al menos cuatro denuncias contra la Policía, que fueron recepcionadas por la misma institución.

Fuentes policiales dijeron que los días previos a su muerte Eduardo Fernando Herrera, de 19 años, estaba muy delgado y manifestaba un fuerte dolor en la zona de la garganta. Por eso, el miércoles pasado lo llevaron a una guardia del Hospital de Emergencias, donde le pusieron un inyectable y luego lo devolvieron al penal.

Las dolencias del joven continuaron y el jueves, según voceros policiales, las autoridades de la comisaría 13ª decidieron separarlo de otros internos en una celda, de manera transitoria. El detenido siguió expresando su malestar y ese mismo día, cerca de la medianoche, desde la seccional llamaron a un médico que nunca llegó, ya que a las siete de ayer lo hallaron sin vida.

Las causas de su deceso son investigadas por la jueza de Instrucción en turno, Raquel Cosgaya, quien ayer se constituyó en la seccional junto a la fiscal Lucía Aráoz, el forense de turno y el médico criminalístico. La magistrada decretó secreto de sumario y ordenó que se realizara una necropsia para determinar las causas del deceso.

Voceros del caso dijeron que los profesionales de la salud coincidieron en una primera impresión que se podría tratar de una muerte súbita y que al momento del hallazgo llevaba algunas horas de fallecido. Además, agregaron que el cuerpo del muchacho era visiblemente delgado y presentaba cicatrices de vieja data en la zona del cuello y una de las piernas, con características de haber sido autoinflingidas.

Herrera había sido detenido el pasado 5 de diciembre, acusado de una tentativa de robo en jurisdicción de las seccional 1ª. Por motivos que no trascendieron, cuatro días después fue trasladado al penal de la comisaría 13ª y el jueves fue separado de los demás internos en una celda transitoria “por motivos de salud”. En un primer momento intervino el juzgado de José María Caterina, pero el expediente fue acumulado a otra causa que se tramitaba en Instrucción 10ª, donde ayer estaba citado para firmar distintos papales y recuperar la libertad, confió una fuente judicial.

Denuncias cruzadas

Desde la detención de su hijo, su progenitor radicó una serie de denuncias acusando a la Policía de diferentes ilícitos, como allanamientos sin órdenes e incluso apremios. La última denuncia fue presentada a comienzos de esta semana, y fue recepcionada por un oficial en la propia Jefatura de Policía. No obstante, voceros de la fuerza desmintieron la existencia de tales irregularidades y mencionaron que había “decenas de denuncias cruzadas” entre el albañil y los uniformados.

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