Una joven de 16 años falleció el viernes en Venado Tuerto luego de participar en una “previa” con amigos, en la que, según testigos, “bebió alcohol y consumió algunas sustancias”. El fiscal a cargo de la investigación Mauro Blanco explicó a El Ciudadano que espera el resultado de la autopsia para poder establecer la causa de la muerte. El caso abrió nuevamente la polémica sobre el consumo de sustancias a menos de un mes de la muerte de jóvenes tras una fiesta electrónica en Arroyo Seco. Lo anterior se suma al ya establecido problema del consumo de alcohol en menores de edad horas antes de ir a bailar, hábito que se conoce como “previa”.
Interrogantes
Lourdes Q. tenía 16 años y el viernes a la noche se reunió en casa de amigos en el barrio Mateo Fernández , también llamado “de La Carne” de la localidad que queda a 180 kilómetros al sur de Rosario. Por razones que los investigadores tratan de establecer, se descompuso y fue llevada al Hospital Alejandro Gutiérrez. Ingresó en estado inconsciente cerca de las 3.30 y falleció a las 20.30 luego de sufrir tres paros cardíacos durante su internación en terapia intensiva.
Si bien trascendió en distintos medios periodísticos de esa localidad que la chica había ingerido alcohol y pastillas, el fiscal Blanco explicó que, al cierre de esta edición, esperaba el resultado de la autopsia realizada al cuerpo de la chica para establecer la causa de la muerte de la muchacha. El funcionario también descartó una versión que circulaba ayer en la web que sostenía que a la muchacha le habían puesto una sustancia en la bebida, ya que nadie dio cuenta ante la Justicia de algo parecido. Siempre según el fiscal, la investigación está en marcha pero la autopsia es la pieza clave.
Sospechas
Los rumores de lo que pasó en Venado Tuerto circulan a menos de un mes de la polémica desatada por la muerte de dos jóvenes por policonsumo de sustancias en Arroyo Seco. El 1º de enero Giuliana Maldován de 20 años y Lucas Liveratore, de 34, fallecieron tras asistir a una fiesta electrónica en Arroyo Seco donde el consumo de pastillas y las condiciones del lugar conspiraron para terminar con sus vidas.
Giuliana se descompensó en el show y fue trasladada por una ambulancia del Servicio Integral de Emergencias Sanitarias (Sies) al hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez y después a la sala de terapia intensiva del Provincial en Rosario. Cerca de las 19.30 murió. Según el informe del Instituto Médico Legal, sufrió una hemorragia múltiple que pudo ser provocada por el consumo de sustancias tóxicas como éxtasis, LSD o cocaína, a lo que se sumó un fuerte cuadro de deshidratación e hipertensión. Como a Giuliana, Lucas Liveratore, de 34 años y oriundo de San Nicolás, llegó a su casa desde la fiesta y falleció momentos después. Desde la mañana del domingo 1º de enero, los asistentes a la fiesta denunciaron en las redes sociales que la organización fue desastrosa: hubo reventa de entradas y hacinamiento, colas de una hora para conseguir agua y un puesto sanitario colapsado. El intendente de la vecina localidad sostuvo que el lugar estaba habilitado como “boliche y no como fiesta electrónica”, un tipo de evento prohibido en la normativa de la ciudad.
La fiesta “Sasha new year’s eve party” anunciaba para la madrugada del 1º de enero la presencia en Arroyo Seco del DJ de música electrónica Alexander Paul Coe, un danés de 47 años conocido mundialmente como Sasha. Con entradas de alrededor de 500 pesos y organizado por Live Art Producciones, el evento se llevó adelante en el complejo Punta Stage, habilitado para 4.500 personas. A las pocas horas de finalizado el show, empezaron a llover las denuncias en las redes sociales de los asistentes, que hablaban de una noche desastrosa.
Testigos contaron a este medio que “la botellita de agua mineral que vendían estaba a 50 pesos y que se terminaron a las tres de la madrugada”. “Había puestos hidratantes, pero para servirte tenías que esperar. Además, había un solo puesto sanitario. Sobrevendieron entradas y no pedían documentos”, contó una joven.
Las muertes llevaron a que la provincia anunciara que iba a intensificar controles en este tipo de fiestas. En parte, imitando el protocolo que se aplica en Rosario, donde las secretarías de Control y Convivencia y de Salud asesoran a los productores.