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Investigan muerte en un motel

Un joven de 21 años, que estaba con una trabajadora sexual, se descompensó luego de ingerir una gaseosa. Según su acompañante empezó a temblar y luego cayó y se golpeó la cabeza contra el piso.

Un muchacho de 21 años falleció en la mañana de ayer dentro del cuarto de un motel de zona norte al que había acudido un rato antes con una trabajadora sexual. Aunque no se hallaron signos de violencia, la muerte fue caratulada como “dudosa” hasta tanto se conozcan los resultados de la necropsia. Por las características del deceso, los investigadores desestimaron que se trate de un homicidio y se inclinan por la hipótesis de una muerte provocada por el consumo de estupefacientes. Tras una breve demora, la chica que lo acompañaba, de 24 años, brindó declaración y quedó en libertad.

Fuentes policiales indicaron que la pareja arribó al motel de avenida Circunvalación y bulevar Rondeau, en el extremo norte de la ciudad, a bordo de un taxi alrededor de las cinco de ayer, por lo que ingresaron a pie y los acomodaron en la habitación número cuatro. Poco más de una hora después pidieron un desayuno, que consistió en un café con leche para la chica y una gaseosa para el muchacho.

Los voceros dijeron que el joven, identificado como Alberto Martín G., se descompensó instantes después de beber la gaseosa y a poco de abandonar la habitación. Al momento del deceso, el muchacho estaba a medio vestir, ya que sólo tenía puesto un bóxer, estaba tirado junto a la cama y con gran cantidad de sangre en la zona de la cara, remarcaron los voceros.

La trabajadora sexual que acompañaba al joven, identificada como Lorena, de 24 años, dijo a los pesquisas que conoció al muchacho esa misma noche, cuando abordó un taxi en la zona céntrica, que los llevó hasta el motel Ava Miriva, ubicado casi en el límite entre Rosario y Granadero Baigorria. Una vez allí, mantuvieron relaciones sexuales, desayunaron, y cuando se disponían a abandonar la habitación, alrededor de las siete, el muchacho se paró sobre la cama para encender por unos minutos una pantalla de televisión y cayó desvanecido, confió una fuente policial.

La chica dijo que el joven se descompensó luego de ingerir la gaseosa, cuando se paró sobre la cama: primero cerró los puños, luego empezó a temblar y al darse vuelta se desmoronó y golpeó la cabeza contra el piso. Tras esto le salió sangre de la nariz y la boca e inmediatamente después empezó a tener convulsiones, de acuerdo a su versión.

Ante esto, la chica comenzó a pedir auxilio. Sus gritos alertaron al personal del motel, que acudió a la habitación de inmediato y llamó a una ambulancia. Pero pese a que la asistencia médica llegó rápido, el joven falleció.

Fuentes allegadas al caso dijeron que durante la noche el joven había aspirado algo por la nariz, que presumen era cocaína, pero en la habitación no se encontraron rastros de droga. Sí trascendió que el muchacho padecía algún problema de adicción que en el último tiempo lo había llevado a una clínica de rehabilitación.

De todas formas, para determinar si el deceso fue a causa de la ingesta de algún tipo de estupefaciente habrá que esperar los resultados de la necropsia, dijeron los investigadores.

Entre sus prendas, el joven tenía cerca de dos mil pesos, y entre sus allegados trascendió que hacía poco había comenzado a trabajar.

El hecho es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno durante la feria, a cargo de María Luisa Pérez Vara, con colaboración de la seccional 10ª –con jurisdicción en la zona– y la Sección de Homicidios de la UR II.

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