Un agente de vigilancia externa de la Unidad Penitenciaria N° 16 de Rosario descubrió este martes un ventanal golpeado y astillado en el sector de la administración, por lo cual intentan establecer si se trató de un impacto de bala producto de ataque armado. La investigación quedó a cargo de la fiscal Andrea Vega, de la Unidad de Flagrancia del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Cerca de las 11 de este martes, personal de seguridad detectó que una ventana presentaba un orificio y buscan determinar si se trató de un balazo contra la Unidad Penal de avenida de Las Palmeras al 3800, en el extremo oeste y en el límite con la localidad de Pérez.
En el sector en donde apareció el ventanal astillado se sitúa el área administrativa de la Unidad 16. Las autoridades facilitaron el registro audiovisual de cámaras de videovigilancia para que la fiscal Vega avance en la investigación, describieron voceros relacionados al caso.
La denuncia fue realizada por el jefe de seguridad externa del complejo penitenciario ante el personal de la comisaría 32ª de la Unidad Regional II del departamento Rosario. Las fuentes anticiparon que no se hallaron vainas servidas en el lugar como tampoco hubo informes de que las personas hubieran escuchado detonaciones. Interviene el personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
A poco del crimen de Popito
La cárcel 16 fue noticia hace dos meses cuando el domingo 14 de agosto pasado, los ocupantes de un auto acribillaron la combi del Servicio Penitenciario cuando llevaban de regreso a un interno de una salida transitoria. Como consecuencia del atentado murió tres días después Osvaldo “Popito” Zalazar.
Al móvil de traslado penitenciario le dispararon nada menos que 26 balazos en Las Talas y El Tajá, en barrio Cabín de la localidad de Pérez y cerca de la cárcel 16. Varios proyectiles, que dejaron agujereado el vehículo oficial, impactaron en los cuerpos de un agente y de Popito Zalazar, quien no resistió y falleció el 17 de agosto en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Popito cumplía una condena a 12 años de cárcel por el homicidio de Aldo Acosta, cometido en 2014 y había sido uno de los cuatro sobreseídos en el juicio por el homicidio de Claudio “Pájaro” Cantero, el líder de Los Monos que fue acribillado el 26 de mayo de 2013 frente a un boliche de Villa Gobernador Gálvez.
