La Justicia investiga si compañeros del policía procesado por matar de una patada a un hombre en el barrio porteño de San Cristóbal comunicaron tarde y en forma errónea el hecho, con la aparente intención de hacerlo figurar como un «óbito en la vía pública» para encubrir al efectivo, informaron hoy fuentes judiciales.
Al margen de que ayer resolvió la situación procesal del oficial inspector Esteban Ramírez (42), quien quedó procesado pero sin prisión preventiva por el «homicidio preterintencional» de Jorge Martín Gómez (41), la jueza Yamile Bernan ordenó la extracción de testimonios para iniciar una causa paralela.
Es que según surge de las actuaciones y de un dictamen que la fiscal Ana Yacobucci presentó en la causa, el oficial de servicio de la Comuna 3 de la Policía de la Ciudad que el martes 20 de agosto hizo la primera consulta judicial tras el hecho, habló de un “óbito en la vía pública”, es decir, que comunicó lo ocurrido como si hubiese aparecido un hombre muerto en la calle sin aclarar lo que había sucedido.
“Primero se hizo la consulta a la fiscalía de turno, haciendo pasar el hecho como una causa NN, es decir con autores ignorados, cuando desde el inicio se sabía lo que había pasado y quién era el policía involucrado”, explicó a Télam una fuente judicial.
Luego, la propia fiscalía le ordenó a la Policía de la Ciudad comunicar el episodio al juzgado en turno, el Criminal y Correccional 8 a cargo de Bernan, a cuyo secretario el oficial de servicio de la comisaría vecinal 3B llamó a las 9.50, cuando el hecho había ocurrido dos horas antes.
“En esa comunicación que duró 4 minutos con 24 segundos, el oficial le dijo al secretario que se trataba de un ‘óbito en la vía pública’ y recién a los cuatro minutos de charla y, luego de las preguntas del funcionario judicial, el policía admitió que había un efectivo involucrado. El secretario dio por concluida la comunicación y llamó de inmediato a Gendarmería para que asuma las actuaciones”, explicó a Télam un vocero judicial.
La misma fuente reveló que en los los videos conseguidos incorporados al expediente se observa que luego de la patada policial y de que Gómez quedara tendido en la calle, los policías abandonan el lugar del hecho y a los pocos minutos regresan.
A raíz de todas estas presuntas irregularidades, y con el aval de la fiscal Yacobucci que también lo peticionó en un dictamen, la jueza Bernan ordenó el 23 de agosto la extracción de testimonios para que se forme una nueva causa en la que se investigue a efectivos de la comisaría interviniente, la 3B porteña, ante la posibilidad de que hayan querido encubrir el hecho.
La causa se sorteó, recayó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 24, a cargo del juez Alfredo Godoy, y quedó caratulada como “Comuna 3B Policía de la Ciudad (jefe de servicio), sobre encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
El abogado de la familia de la víctima, Ignacio Trimarco, aseguró ayer que pedirán la detención del oficial Ramírez “por haber entorpecido el proceso y por haber adulterado pruebas», ya que, según denunció, un hermano del efectivo se acercó a la dependencia de Gendarmería donde estaba detenido para que se cambie de ropa.
Ayer, la jueza Bernan procesó a Ramírez -quien ya estaba excarcelado-, por «homicidio preterintencional», un delito que prevé una pena de hasta seis años de cárcel.
En la misma resolución, la jueza le trabó al acusado un embargo de dos millones de pesos sobre sus bienes.
Para la jueza Bernan, la patada que aplicó Ramírez fue «fulminante» y la situación que enfrentó «no demandaba semejante despliegue de fuerza» y «aunque Gómez portara un cuchillo, su delicado y evidente estado aconsejaba la máxima prudencia y un actuar acorde a los protocolos específicos”.
El hecho ocurrió el 20 de agosto último, alrededor de las 7.20, en Carlos Calvo al 2600, donde Gómez interrumpía el tránsito armado con un cuchillo, situación que fue denunciada al 911 por una pasajera de un colectivo.
Según se ve en el video que captó la secuencia, poco después, a las 7.43, llegaron al lugar dos policías en motocicleta, quienes se acercaron a Gómez -un hombre de gran porte-, cuando ocultaba sus manos en la espalda.
Al ver que no deponía la actitud y que avanzaba hacia él, uno de los efectivos -Ramírez-, le lanzó una patada al pecho, a raíz de la cual el sospechoso cayó derribado hacia atrás, golpeó su cabeza en el asfalto y, según la autopsia, murió a raíz de ese golpe que le causó un traumatismo craneoencefálico.