La ciudad de Rosario es protagonista de una investigación realizada por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. La misma, con especialistas de todo el país, muchos de ellos becarios y científicos del Conicet, comprende un mapa y los resultados de una exhaustiva encuesta sobre la cartografía religiosa en el país. Las distintas creencias, rituales e instituciones se verán plasmadas en un mapa a nivel nacional en el próximo semestre de este año, cuando se publique el Atlas correspondiente.
Esta investigación involucra a las Universidades Nacionales de Buenos Aires (UBA), de Rosario (UNR), la de Cuyo y Santiago del Estero.
La doctora Silvina Montenegro, investigadora responsable del Nodo Rosario explicó a El Ciudadano que este trabajo se ha realizado en los últimos tres años. Si bien se planeó en 2005, el conjunto de investigadores especialistas en la materia logró mostrar los resultados de esta primera etapa hace apenas unos días. De ese trabajo se puede ver la distribución religiosa en los distintos puntos del país y, además, una cartografía detallada en la ciudad de Rosario, realizado por los investigadores de la UNR. “En el resto del país no se contó ni con el recurso ni con los espacios para realizar la misma investigación en cada ciudad, por eso se mostrarán apenas unas puntas de referencia a nivel nacional”, sostuvo.
“Con este trabajo –agregó–, se podrá comparar la situación religiosa en el país frente a toda Latinoamérica. Tuvimos en cuenta que en los censos nacionales no se suele indagar sobre la preferencia religiosa del censado y los datos que teníamos eran muy antiguos entonces era hora de actualizarnos”. El trabajo contó con más de 2.500 casos y constituyó la primera parte del proyecto que será publicado en un Atlas nacional en el próximo semestre.
“Esta etapa tiene una característica cuantitativa de la encuesta y sus resultados tienen que ver con la religión de las personas que habitan el país. Esto demuestra también la práctica y actitudes hacia temas y comportamientos que remiten a cuestiones religiosas”, explicó Montenegro. La mujer refirió a la junta de opinión sobre temas controversiales dentro del ámbito religioso como la educación sexual, el aborto y la homosexualidad. “Esta serie de preguntas demuestran el grado de pertenencia religiosa en cada sector entrevistado y su influencia sobre la opinión”, comentó.
Por su parte, señaló que a diferencia de décadas atrás, el catolicismo en el país cayó “cerca de diez puntos” y el evangelismo es casi en todas las regiones del país la segunda religión con mayor fuerza en la Argentina.
Evangélicos en alza
“Así como se vio la caída del catolicismo, pudimos ver que aumentó notablemente la franja de «no religiosos», es decir, aquellos que manifiesta no tener un motivo de creencia, sean ateos, indiferentes o agnósticos”, contó Montenegro.
“Sobre este punto hay una verdad muy importante y esto se refleja en la lectura de la desinstitucionalización de la religión. Es decir, muchos de los entrevistados afirmaron, sobre todo dentro de la religión católica, que creen, pero no practican su creencia. Esta minimización le da forma a la penitencia de, por ejemplo, el catolicismo. Muchos creen, pero a su manera, y la práctica como quiere o puede, no como reza su evangelio. De todas maneras, hay variantes interesantes como en el noroeste argentino, en la zona céntrica del país o bien en la región sur. Cada sector tiene la religión que le compete de acuerdo a sus características económicas y sociológicas”, indicó.
Estructuras
La explicación de la investigadora tiene que ver con que últimamente la religión se eligió de acuerdo a la experiencia de cada uno de los fieles. “Todo tiene que ver con la estructura social del mundo del trabajo, no podemos pensar a la religión como un aspecto desvinculado de esta dimensión”, sostuvo.
Paralelamente, Montenegro remarcó que el estudio reveló que en los sectores más periféricos, en este caso de Rosario, aumentó la devoción por ídolos populares, que no son aceptados por la Iglesia católica, pero sí por la sociedad en su mayoría.
“Podemos ver que en la ciudad, sobre todo en la zona sur, hay muchos altares dedicados al Gauchito Gil, que no está aceptado en la Iglesia católica como un santo más, sino que fue incorporado por el saber popular”, dijo. En tanto, agregó que la realidad económica denota mayor o menor presencia de algunas religiones, según la zona investigada.
“Es importante que haya un trabajo de esta índole porque de esta manera se podrá presentar el país frente al resto del continente con su estructura social y religiosa”, señaló la mujer. Asimismo, comentó que la segunda etapa del proyecto está en plena ejecución y muy pronto se conocerán sus resultados. La misma consiste en estudiar las creencias en el interior de cada uno de los nodos, es por eso que Rosario, por una cuestión de recursos e infraestructura mayor, cualitativamente, a las de los otros tres puntos de investigación (Buenos Aires, Santiago del Estero y Cuyo), participará casi en su totalidad en esta encuesta.
“Decidimos hacer toda la ciudad trabajando con la división por distritos que tenemos y es un revelamiento a escala real con un intenso trabajo de campo, recorriendo calle a la calle de la ciudad y somos el único grupo que hizo la totalidad de una superficie municipal. Dentro del proyecto tenemos a Rosario como el único espacio con el que se cuenta esta información a nivel nacional”, indicó.
“El objetivo de este trabajo es, llegada la oportunidad, poder realizar un mapa de la ciudad con la presencia de evangélicos pentecostales, o por ejemplo proyectar una cartografía sólo con los templos mormones o una determinada serie de instituciones. Inclusive podemos ver si estas instituciones están instaladas en el garage de una casa, en un templo propiamente dicho o en un espacio popular, como una plaza. Cada porcentaje varía mucho de acuerdo al distrito estudiado”, subrayó.
Paganismo
Por su parte, confió que las creencias populares, que encabeza el Gauchito Gil, “van creciendo rotundamente y es una expansión vinculada al catolicismo, dado que muchos de quienes adoran a este tipo de personajes de las creencias populares han visto pocas respuestas, al parecer, de su Dios de origen, por ende buscan a un ser mucho más «cercano» que el que conocieron de chicos, de boca de sus padres”.
De hecho, en los cuadros presentados en la primera etapa de la encuesta que dio origen a esta investigación (cuyos resultados finales se podrán conocer recién a mediados del año que viene), se puede ver que muchos de los que nacieron bajo el catolicismo, por nombrar una religión, decidieron que sus propios hijos elijan la religión a practicar de grandes, en vez de inculcarles una creencia de la que ellos mismos no están seguros de sostener.
