Vecinos de la zona sur denunciaron por estafas a un centro de pago que funcionaba en Rueda al 1000: dijeron que les cobraban los impuestos pero que, bajo diferentes argumentos sobre la imposibilidad de emitir los tickets, se quedaba con el dinero de las facturas abonadas. El local apareció con sus puertas cerradas, e incluso sus dueños cambiaron los perfiles de sus cuentas en Facebook, por lo que no es fácil rastrearlos.
Un policía de la seccional 5ª aseguró que hasta el momento hay cuatro denuncias presentadas por esta operatoria. Los referentes del caso consideran que durante este martes, a medida que se conozcan los hechos, se sumarán más.
Un vecino se acercó al móvil de Canal 3 y relató que tenía que pagar varios impuestos, entre ellos el provincial de API. Afirmó que pagó y tampoco le dieron comprobante. La mujer que lo atendió, dijo, le explicó que no tenía sistema para imprimir las boletas. Matías gastó suela, durante varios días seguidos, para acercarse a reclamar los comprobantes. Todos menos el del API, que había vencido. Ahora, tiene que ir a otro centro de pago a saldar esa deuda. “Ahora voy a corroborar todos los pagos, voy a chequear todos los impuestos”, se resignó a enfrentar una estafa.
Claudia, otra damnificada, dijo que en el mismo local pagaba, mediante una chequera, el viaje de estudios de su hija. LLorando se lamentó e increpó a la mujer del negocio: «Te estás llevando el sueño de mi hija».
Una segunda mujer se acercó al lugar cuando estaban varios medios de comunicación y contó que fue hasta el centro de pago con dinero que tenía que depositarle a un estudio jurídico. Aclaró que a ella sí le adjuntaron una especie de ticket, pero que ahora duda que sea válido. Por eso, fue hasta Rueda al 1000 para averiguar, pero se encontró con las puertas cerradas. “La verdad, me siento decepcionada, siempre venía a pagar acá, parecía un matrimonio normal”, lamentó.
La puerta del local tiene un cartel que dice «cerrado por refacciones».
