El presidente iraní, Hasan Rohani, comenzará hoy una gira por Europa con tres paradas –Italia, el Vaticano y Francia– y el objetivo de empezar a cosechar los beneficios económicos del deshielo internacional que consiguió tras la entrada en vigencia del histórico acuerdo nuclear con las principales potencias del mundo.
Rohani había planeado esta gira europea para noviembre pasado, cuando el acuerdo estaba firmado pero aún no implementado, pero tuvo que cancelarlo por la ola de atentados sangrientos que sacudió a París a finales de ese mes y desató un maratón diplomático en Europa y Estados Unidos para acordar más bombardeos en Siria, un conflicto en el que Teherán y las potencias occidentales tienen posiciones enfrentadas.
El mandatario iraní quiso evitar que su gira quedara teñida por estas diferencias y esperó a que el acuerdo entrara en vigencia.
Ahora el foco, tanto para la República Islámica como para las potencias europeas, está puesto en las oportunidades económicas que se abren tras el levantamiento de muchas de las sanciones internacionales impuestas por la ONU y las potencias mundiales en la última década por el avance del programa nuclear iraní.
Durante la gira de cuatro días y la primera de un presidente iraní a países de la Unión Europea en más de una década, Rohani se reunirá con los jefes de Estado y otras autoridades de Italia y Francia, y con el papa Francisco.
Rohani, un clérigo chiíta y presidente de una de las teocracias más poderosas de Medio Oriente, se convertirá con esta visita en el segundo mandatario de Irán en ser recibido por un pontífice tras el encuentro que mantuvieron el presidente Mohamad Jatami y el papa Juan Pablo II hace más de una década.
En su primera escala, Rohani se reunirá hoy en Roma con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y más tarde con el primer ministro, Matteo Renzi, informó la agencia de noticias EFE.
Mañana, el mandatario iraní participará en un foro sobre cooperación empresarial junto al presidente de la Confederación General de Industria italiana, Giorgio Squinzi.
Ese mismo día, será recibido por el papa Francisco en el Vaticano.
Tras Italia, Rohani viajará a Francia, donde tiene previstas reuniones con el presidente francés, François Hollande, otros representantes del gobierno y la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
Entre las reuniones oficiales, el mandatario iraní dedicará una importante de su tiempo a encontrarse con potenciales inversores, empresarios, representantes de industrias y periodistas.
Tanto Italia como Francia, dos de los mayores inversores en Irán en la época previa a las sanciones internacionales, en sectores claves para la economía como la industria del petróleo o la automotriz, luchan ahora por recobrar ese lugar ante la enorme competencia abierta tanto por otros países europeos como por los asiáticos.
Prueba de ello es que esta gira estuvo precedida por un viaje a Teherán del presidente chino, Xi Jinping. Durante ese encuentro, ambos mandatarios anunciaron el desarrollo de una “sociedad estratégica” orientada a multiplicar sus ya enormes lazos comerciales.
Pesos pesados como la petrolera ENI, la automotriz Peugeot o el consorcio Airbus, con sede en Francia, ya mostraron interés en volver a Irán y reactivar sus millonarias operaciones.
Irán anunció recientemente que comprará 114 aviones a Airbus para renovar su envejecida flota, un multimillonario negocio que también era deseado por sus competidores rusos, asiáticos y estadounidenses.