La nueva tarifa que empezó a regir desde este domingo en el transporte urbano de pasajeros trajo lógica repercusión, polémica y preocupación en parte de los concejales de la ciudad. Desde el oficialismo local atribuyeron el aumento al contexto inflacionario del país. Mientras que desde el PJ cuestionaron las presiones del sector empresarial.
Desde este domingo el boleto del transporte urbano de pasajeros cuesta 16,80 pesos (hasta entonces el valor era 14,80) en Rosario. Mientras que el primero de octubre subirá a $18,28. El municipio anunció el ajuste el viernes por la tarde. Y la polémica recién comienza. Es que el golpe para el bolsillo será grande y se suma a todos los aumentos que están en marcha a nivel nacional.
“Estamos en un contexto inflacionario que se profundizó en la última semana de agosto. Cuando modificamos la ordenanza tuvimos en cuenta la necesidad de sostener el sistema en funcionamiento pese al aumento de la inflación. El ajuste para este trimestre es de un 13.6 por ciento mientras que hasta la última semana la inflación fue de un 22.5 por ciento. Nadie quisiera estar en esta situación, pero es la consecuencia del contexto”, dijo a El Ciudadano, la concejala socialista Verónica Irizar, y señaló que la nueva tarifa cubre el 90 por ciento del costo real del boleto (es decir, sin subsidios), que para agosto fue de 20.81 según el último estudio.
La edila del Frente Progresista Cívico y Social dijo que la gran devaluación del último viernes, cuando el dólar rozó los 40 pesos, no impactó en este aumento.
“Tuvimos en cuenta el aumento de la nafta, las paritarias, el valor de las unidades y la inflación. Esperemos que lo del viernes haya sido solo una corrida. Vamos a esperar a las nuevas medidas, pero si el dólar no se estabiliza volveremos a ver el impacto en los costos”, aclaró.
Irizar también se mostró preocupada ante un posible recorte en los subsidios al transporte que entrega Nación.
“No hay un anuncio oficial, pero sí rumores que podrían ajustar los recursos al sistema de transporte. Estamos en un momento complejo de la economía y de desfinanciamiento. El gobierno aplica la misma receta de los 90. Tira hacia abajo la crisis de déficit que ellos generaron con sus decisiones. Ya no se trata de la pesada herencia”, señaló.
“Estamos preocupados por las medidas que va a tomar el gobierno y que ajusta retirando al Estado de la salud, la ciencia y la tecnología y el trabajo. Los anuncios son vacíos. Es un maquillaje porque eliminando gastos de ministerios no se resuelve el problema de fondo. Es un intento de impacto mediático. El gobierno no encuentra la salida y se encierra cada vez más. Deberían convocar a un acuerdo económico y social con partidos políticos, gobernadores, intendentes y organizaciones sociales para discutir cómo salimos de esta crisis”, concluyó Irizar.
Otras voces
Por su parte, la concejala Norma López, del PJ hizo eje en el costo que tendrá de ahora en más una familia para llegar a fin de mes.
“Todos los ajustes y tarifazos cargan contra el bolsillo de los ciudadanos y de los sectores más desprotegidos. Una familia tipo, con ingresos medios, deberá afrontar costos altísimos para movilizarse, ir a trabajar o estudiar. A esto se suman tarifas impagables y una inflación galopante”, dijo la edila del Frente para la Victoria.
En tanto, Eduardo Toniolli, también del PJ, manifestó que el boleto de colectivo aumentó 218 por ciento en tres años, mientras que el salario mínimo “lo hizo en un 91 por ciento”.
“En menos de tres años pasamos de comprar 971 boletos con un salario mínimo a sólo 585”, agregó.