Sorpresa en Arroyo Leyes, una pequeña localidad costera ubicada unos 22 kilómetros al noreste de la ciudad de Santa Fe. En la madrugada de este jueves, entre 7 y 8 personas irrumpieron en la subcomisaría 20ª, redujeron a los tres policías de guardia y se llevaron armas, una camioneta policial; también asaltaron a un vecino que vive a 50 metros, en el kilómetro 14 de la ruta provincial 1 y se llevaron su auto. No estaba claro en un principio si los ladrones fueron perseguidos e interceptados por personal de la fuerza o si abandonaron los vehículos por su cuenta. No había, horas después, detenidos por un inusual hecho que el presidente comunal intuye con trasfondo político.
Arroyo Leyes tiene alrededor de seis mil habitantes. Cerca de las 2 de este jueves, un hombre se acercó a la dependencia policial, donde estaban de guardia dos uniformados y una mujer policía, y pidió ayuda porque, según dijeron voceros policiales, había pinchado un neumático de su auto.
De inmediato, otras seis o siete personas irrumpieron en la seccional, redujeron a los policías, golpeando a uno de ellos, y se alzaron con una pistola reglamentaria y una escopeta junto a una camioneta de la fuerza de seguridad.
La saga no está clara. Algunas versiones indican que el grupo de asaltantes llegó hasta la seccional en un auto. Otras mencionan que algunos de ellos vestían uniforme policial y actuaron a cara descubierta mientras otros se cubrieron el rostro con pasamontañas.
Lo que fue informado por voceros policiales fue que cuando tuvieron la situación controlada y antes de huir fueron a una casa vecina, a cuyos ocupantes redujeron y les robaron un automóvil Peugeot 206, los teléfonos celulares y otros elementos.
De esa forma, los ladrones emprendieron la fuga rumbo al sur por la ruta provincial 1 en el auto particular y en el patrullero, que abandonaron en distintos lugares tras tirotearse con policías que comenzó a perseguirlos, de acuerdo a lo informado de fuentes relacionadas a la causa.
La fiscal del caso, Rosana Peresín, indicó que a las 2.30 le informaron que habían entrado entre seis y ocho personas a la comisaría de Arroyo Leyes, se habían llevado un móvil, en teoría habían entrado a un domicilio y se habían llevado un auto.
En declaraciones a radio Universidad, la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA) añadió que le dio intervención al personal de la División Judiciales «para que le tomara declaración al personal (policial) y a los vecinos que fueron testigos, inclusive a las dos personas que estaban detenidas en la comisaría».
Peresín confirmó que fueron recuperados ambos vehículos y un chaleco y que se encontró un revólver, aunque no se determinó aún si es de los policías o de los asaltantes.
A su vez, el vecino que también fue víctima de robo, quien se identificó como Alejandro, calificó el asalto vivido y el copamiento de la seccional como «muy raro» y dijo que cuando los ladrones se fueron y pudo liberarse, llegó a la comisaría «en 5 segundos y supuestamente recién se habían desatado» los policías.
«No habían llamado todavía (en referencia a sus colegas para alertar del hecho) y delante nuestro empezaron a llamar. Todo el tiempo que ellos (por los ladrones) estuvieron acá no llamaron, no sé si estaban atados (los policías) porque cuando llegué estaba todo impecable, no había nada desordenado», añadió Alejandro al atender a los medios de prensa en su casa.
Además, dijo que le parecía «todo muy raro», pues «los teléfonos de los policías estaban tirados al lado de la entrada (de la dependencia), y confirmó que «al móvil de la policía se lo robaron y lo pararon acá (en la puerta de su casa), hicieron lo que hicieron y se fueron», en referencia al robo.
El hombre dijo que los asaltantes, dos de los cuales actuaron a cara descubierta, le pedían dinero, «tenían una Ithaca y dos –pistolas– 9 milímetros» y que les notó «una tonada tumbera».
«Se robaron algunas pavadas, un termo y un cargador de batería», agregó el vecino, quien luego contó que, junto a su esposa, los maniataron con un cinto y que a él le pegaron.
Luego del aviso a la central de Emergencias 911, que activó la alarma en las diferentes agrupaciones policiales, concurrieron oficiales de Orden Público, del Comando de la Costa y de la Agrupación Cuerpos y se organizó un operativo cerrojo.
El auto particular robado al vecino fue abandonado por los asaltantes en inmediaciones de Callejón Mocoví y Olivos, en jurisdicción del barrio santafesino de Colastiné Norte, en tanto el patrullero fue hallado en Callejón Reina y Benteveos, en jurisdicción de la ciudad de San José del Rincón.
Las fuentes dijeron que los asaltantes huyeron a pie por zonas de difícil acceso para vehículos y que cubrieron la retirada con disparos de armas de fuego cuando fueron respondidos por el personal policial.
En el interior del auto Peugeot, los pesquisas hallaron un revólver calibre 22, municiones de pistola 9 milímetros y cartuchos que presumiblemente corresponden a la escopeta 12/70 que robaron de la subcomisaría.
Tampoco hay información unificada sobre cómo fue que aparecieron los vehículos robados. Difieren los relatos entre una persecución policial y tiroteo con los ladrones, o el abandono de los vehículos para continuar el escape de otro modo. En cualquier caso, no había, hasta varias horas después, ningún detenido.
Las sospechas del presiente comunal
El presidente comunal de Arroyo Leyes es Eduardo Lorinz, del Frente de Todos, deslizó la sospecha de algún condimento político detrás de la irrupción en la subcomisaría.
“Hay dos personas detenidas desde hace tres meses, pero no las liberaron. Es muy extraño que, habiendo otras comisarías con idéntica cantidad de personal, hayan venido hasta acá para llevarse dos o tres pistolas, dos o tres escopetas y un móvil. Además, la ruta 1 (el Camino de la Costa a la vera del cual está la localidad) es muy patrullada”.
El jefe comunal añadió que “a 50 metros de la comisaría robaron en una casa quinta y se llevaron otro auto”, el Peugeot 304. Lorinz abonó la versión de que los que entraron a la seccional fueron interceptados cerca de Colastiné, a unos 10 kilómetros del hecho.
“Antes de las elecciones del año pasado, también hubo una ola de ilícitos muy extraña, que bajó de inmediato por la acción de la Policía. No acuso a nadie, pero mi primera lectura me lleva a que hay cuestiones relacionadas con la política. Siempre que sucede algo como esto, se causa un impacto negativo y los vecinos terminan pidiendo explicaciones al funcionario de turno”, lanzó sus sospechas el presidente comunal.
La fiscal Peresín también solicitó actuaciones al personal de la Agencia de Control Policial (ACP) en la investigación por el confuso copamiento de la seccional y el asalto al vecino de Arroyo Leyes.