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Isabella pesa 490 kilos: arduo operativo de traslado al hospital

Isabella Amaral padece obesidad mórbida y debió volver a solicitar ayuda. “Tengo miedo de que se muera”, reconoció su mamá. La joven trans, de 32 años, quedó internada en el hospital Provincial luego de un arduo operativo de traslado.

Isabella Amaral vive un calvario. Tiene 32 años, padece obesidad mórbida y pesa 490 kilos. Y tal como sucedió en años anteriores, volvió a solicitar ayuda. Este miércoles, luego de un arduo y complejo operativo de traslado encabezado por personal de Defensa Civil, la joven trans quedó internada en el hospital Provincial. Horas antes, debieron demoler una pared de su dormitorio para poder extraerla de su vivienda de Maestros Santafesinos al 4700 y así llevarla al efector público de Alem al 1400.

Al no caber en una ambulancia, Isabella debió ser trasladada en un camión plancha de auxilio, de esos que los automovilistas solicitan como remolque cuando los vehículos sufren desperfectos mecánicos. Entre personal de Defensa Civil, camilleros y enfermeros, la descendieron del remolcador para ingresarla al hospital Provincial.

Isabella permanece postrada. Desde hace tres años no puede movilizarse por sus propios medios. Y como la cama no pasaba por ninguna puerta, Defensa Civil tuvo que elaborar un plan para sacarla de su vivienda. “Quiero curarme y vivir”, imploró la joven mientras se desarrollaban los trabajos de rescate.

“Necesito ir al hospital para empezar un tratamiento antibiótico”, manifestó Isabella. Es que a raíz de la obesidad mórbida se le produjo infección en las piernas y problemas respiratorios. “Y también tengo que bajar de peso. Mínimo 200 kilos para empezar un tratamiento. Ya no aguanto más y mi vida corre serio peligro”, reconoció la joven trans.

A pesar de sus imposibilidades para movilizarse, Isabella cursa estudios terciarios en el Iset Nº 18. Se inscribió en la carrera de periodismo y, según admitió, los docentes tienen que acercarse hasta su casa para llevar adelante un seguimiento de todos los estudios.

El año pasado también había estado internada. En este caso, para someterse a una operación en una pierna a raíz de un lipoma, una especie de tumor benigno, para después sí empezar un tratamiento de rehabilitación que nunca prosperó. “No tenía miedo de que se complicara; tenía miedo de que se muriera”, reconoció Adriana, la mamá de Isabella, luego de que fuera ingresada al Provincial.

“Dentro de su enfermedad crónica grave, la paciente está estable. Tuvimos que adecuar un lugar especial para su internación y día a día seguiremos su evolución”, refirió Lorena Botta, directora del hospital Provincial, sobre la situación de Isabella.

Ocho años atrás, la vida de Isabella sufrió un quiebre emocional. Así lo reconoció ella misma en diálogo con El Ciudadano en septiembre de 2014, cuando había estado internada en el Hospital Anselmo Gamen de Villa Gobernador Gálvez.

“Después de la muerte de mi papá empecé a aumentar de peso. La comida era una anestesia para mí. Me expulsaron de muchas instituciones porque estaba muy depresiva”, confió.

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