Quizás lo mal que la había pasado el viernes en las eliminatorias donde tuvo que apelar al tercer y último salto para no quedar eliminada fue todo un anticipo. Y esa alerta hoy sonó bien fuerte en Doha.
Una de las grandes divas del deporte, volvió a protagonizar la nota mala de un Mundial. Como le ocurriera hace siete meses en el campeonato al aire libre de Berlín, esta vez en pista cubierta en Qatar la rusa Yelena Isinbayeva quedó fuera del podio en la final de salto con garrocha femenino.
Incapaz de superar los 4,75 metros, la medalla de oro fue para la brasileña Fabiana Murer, compañera de entrenamientos de Isinbayeva, que saltó 5,80.
Isinbayeva, la gran estrella de los Mundiales de Doha, venía con la intención de obtener su cuarta corona bajo techo y, de paso, elevar a 28 la cuenta de sus récords mundiales, lo que le habría proporcionado 90.000 dólares (40.000 por la victoria y 50.000 por la plusmarca).
Tumbada en el suelo con una toalla sobre la cabeza, Isibayeva trató de abstraerse del caos circundante. Hasta que el listón no subió a 4,60 no se dignó a saltar. Lo hizo a la primera y después pasó dos alturas para regresar en 4,75, pero el listón se le hizo ya demasiado alto.