Ismael Serrano presentó su disco “Acuérdate de vivir” en Santiago de Chile. “Chile me ha regalado momentos inolvidables, aquí he sido feliz”, dijo Serrano.
“Asumimos el papel que se nos asigna en la vida sin hacernos preguntas, y hoy nos rebelamos ante eso”. Fueron las palabras que dieron inicio al recital en el que Ismael Serrano presentó el sábado pasado, en Santiago de Chile, su último disco, Acuérdate de vivir. El concierto, que duró hasta la madrugada, entremezcló música e historias hasta alcanzar una atmósfera de cuento.
De la mano de Acuérdate de vivir, el décimo disco del cantautor español, Serrano emprendió una gira que lo traerá a Rosario el 4 y 5 de septiembre próximos, noches en las que el teatro El Círculo se poblará de fanáticos y de las hermosas melodías que el español supo interpretar en la capital chilena.
La noche del sábado, que fue calificada como íntima de principio a fin y que contó con un público que coreó todas las canciones, comenzó con “Vuelvo”, un título que refleja la relación que el cantautor mantiene con el país trasandino. “Chile me ha regalado momentos inolvidables, aquí he sido feliz”, dijo ante la ovación de sus seguidores.
Pese a que el teatro Caupolicán estaba repleto, el cantautor quiso dar un ambiente intimista con una puesta en escena que simulaba el living de su casa. Junto a él, se presentó el baterísta Javier Bergia, además de una numerosa banda, algo poco habitual en sus conciertos, compuesta por un contrabajista, una percusionista y un guitarrista.
Sin duda, el momento más emotivo de la noche llegó cuando el cantautor, en recuerdo de las víctimas del terremoto que el pasado 27 de febrero azotó a Chile, interpretó “Vine del norte” ante un público que cantó con “la rabia de pertenecer a un país con las heridas del pasado sin cerrar”, según dijo.
“Cuando desde lejos observás la dimensión de la tragedia del terremoto, te sentís impotente y pensás que todo lo que haces es poco”, expresó el músico.
Antes de este multitudinario show, Serrano dio, el pasado 4 de agosto, dos conciertos gratuitos en Concepción (una de las ciudades más afectadas por el sismo) con el objetivo de recaudar fondos para los damnificados.
Además, el madrileño quiso rendir homenaje a las grandes figuras de la canción chilena y realizó una versión de “Gracias a la vida”, de la compositora trasandina Violeta Parra.
El cantante, siguiendo con su línea habitual de denunciar la situación política de cada país, hizo referencia también a la situación económica que vive España y le dedicó la canción “Podría ser”, incluida en su último álbum.
“A mí me gusta la canción de autor, crecí con ella. No sé si me dio respuestas, pero sí muchas preguntas, y me ayudó a sobrellevar el cansancio que a veces me produce ser hombre”, dijo el cantante antes de interpretar “Ya ves”.
El público, que parecía no estar dispuesto a abandonar el recinto, consiguió tres bises para los que Serrano reservó sus temas más emblemáticos. “Dedicado a la gente que lucha contra la impunidad y el olvido”, así introdujo el primer bis, “A las Madres de Mayo”, “porque sólo a través de la memoria podemos evitar que ciertos crímenes queden impunes”, palabras que adquirieron un significado especial en Chile, que soportó la dictadura de Augusto Pinochet durante 17 años (1973-1990).
Pasada la medianoche y rondando el final del concierto, parte del público logró saltarse el área de seguridad e instalarse al pie del escenario. La cercanía de los fans con el cantautor permitió que algunas espectadoras más osadas lograran subir al escenario y compartir el desenlace de un show que, tras algunos abrazos y besos, seguramente no olvidarán.