Unos 50.000 judíos ultraortodoxos manifestaron hoy por la tarde en Jerusalén y en Bne Brak, cerca de Tel Aviv, para denunciar una decisión de la Corte Suprema de Israel que consideran como una injerencia en los asuntos religiosos, informó la policía.
«Hay 30.000 manifestantes en Jerusalén y 20.000 en Bne Brak», una ciudad de población judía ortodoxa situada cerca de Tel Aviv, declaró a la AFP el portavoz de la policía Micky Rosenfeld.
Los manifestantes protestan contra una decisión de la Corte Suprema que prohíbe la segregación entre niños ashkenazis y sefarditas en una escuela religiosa y, en términos generales, por la primacía de la ley religiosa judía sobre la ley civil israelí.
Varias calles de Jerusalén Oeste, cercanas al lugar de la concentración, fueron cerradas a la circulación.
La policía israelí fue puesta en «estado de alerta avanzada». Unos 10.000 agentes fueron desplegados, principalmente en Jerusalén, en Bne Brak y en Beit Sahemesh, bastión ultraortodoxo situado a medio camino entre las dos localidades.
También se movilizaron unidades de la guardia fronteriza, respaldados por la policía montada y por helicópteros.
