En el mítico estadio londinense de Wembley, con un aforo permitido por la pandemia del 75 por ciento (60.000 espectadores) siendo local Inglaterra, Italia se impuso por los penales y se quedó con la Eurocopa.
El partido terminó igualado 1-1 en tiempo reglamentario. Continuó con el mismo resultado durante los 30 minutos suplementarios y se terminó definiendo mediante tiros desde el punto penal. Algo que se dio en una sola ocasión, en la Euro de 1976, con sede en Yugoslavia, ganada por Checoslovaquia ante Alemania luego de igualar 2 a 2. Gianluigi Donnarumma terminó siendo el héroe de la noche en Wembley tras atajar tres penales en la definición.
Terminó siendo Italia, el mejor en la fase de grupos, quien levantó la Copa, no sin antes sufrir. Inglaterra pegó primero, y a los dos minutos de juego ya se había puesto en ventaja, gracias al tanto de Luke Shaw, defensor que milita en el Manchester United. Desde ese momento y hasta el final del partido la pelota la tuvo el elenco de Mancini. Solo por momentos la posesión pasó a ser de la selección local. Y así, con el balón en los pies y la posesión a favor, llegó el empate por medio de Leonardo Bonucci, jugador de la Juventus.
La igualdad persistió también en los 30 minutos adicionales y en la tanda de penales, el mejor fue la azurra, con un Donnarumma implacable.
Italia realizó un gran campeonato con el primer puesto en el grupo A (ganó ante Gales, Suiza y Turquía); en octavos derrotó a Austria 2-1 en tiempo suplementario; en cuartos se impuso 2-1 ante la favorita Bélgica y en semifinales sufrió para vencer a España por penales tras el empate 1-1. Con este empate, además, mantiene un invicto de 34 partidos (27 triunfos y 7 empates). No pierde desde 10 de setiembre de 2018 ante Portugal por 1-0, por UEFA Nations League. El equipo que dirige Roberto Mancini rompió los viejos esquemas del futbol italiano, defensivo, estructurado. Y hoy, con mucha convicción, que juega un fútbol asociado y vertical, que tiene en mente el arco advesario, volvió a tocar el cielo con las manos, en el mítico Wembley con la conquista que puso fin a los 15 años desde su último título (Copa del Mundo 2006) y a los 55 en Eurocopa (Italia 1968).