El presidente de Italia, Sergio Mattarella, convocó para este jueves a una reunión al primer ministro saliente Giuseppe Conte, poco después de que el partido político que lo apoya, el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S), anunciara este miércoles que llegó a un acuerdo con el centrista Partido Democrático (PD) para formar una nueva coalición de gobierno.
Con un breve comunicado, el vocero del Palacio presidencial del Quirinale, Goiovanni Grasso, informó que Conte fue citado y, aunque no dio detalles, quedó claro que Mattarella le encomendará formar un nuevo gobierno.
La semana pasada, Conte presentó su renuncia ante el Parlamento y dio por rota la coalición entre el M5S y la ultraderechista Liga, con la que había gobernado desde las elecciones generales del año pasado.
En su discurso acusó a su principal aliado de gobierno, el vicepremier y líder de la Liga, Matteo Salvini, de dinamitar la coalición con sus posiciones extremas, por ejemplo, en materia migratoria.
Su renuncia terminó de desatar una crisis en Italia, un país donde la inestabilidad política es la regla más que la excepción.
Después de 10 días de mucha tensión, fuertes declaraciones públicas y frenéticas negociaciones, el M5S y el PD llegaron a un acuerdo para formar una nueva coalición de gobierno y evitar un llamado a elecciones anticipadas, como buscaba Salvini y todo el espectro de la derecha italiana.
«Le dijimos al presidente de la República que hay un acuerdo político con el PD para que Giuseppe Conte pueda recibir de nuevo el encargo de primer ministro», anunció triunfante ante la prensa el líder del M5S, Luigi Di Maio, luego de reunirse con Mattarella, según la agencia de noticias EFE.
Di Maio destacó que el M5S fue el partido político más votado el año pasado y «no eludirá su responsabilidad» de liderar el gobierno.
«Asumimos compromisos con los italianos y, cueste lo que cueste, los vamos a seguir manteniendo», agregó y, al explicar su nueva alianza con el PD, hasta ahora la principal fuerza opositora, sostuvo: «No hay soluciones de izquierda o de derecha sino soluciones».
El PD había anunciado que levantaba el veto que había puesto a la continuidad de Conte al frente del gobierno y terminaba de acercar posiciones para un acuerdo definitivo con el M5S.
Con esta declaración quedaba claro que la posición del ex premier Matteo Renzi, el líder de facto del partido, había primado y el PD estaba dispuesto a ceder para no ir de nuevo a las urnas.
Al igual que Renzi, Conte prefería evitar ir a elecciones anticipadas, por miedo a un voto castigo, y, por eso, no había dudado en buscar en el PD, hasta ahora férreo opositor, un nuevo aliado.
Salvini, en cambio, alentado por su buena perfomance en las últimas elecciones europeas apostó a que unos comicios anticipados le otorguen una mayoría absoluta de las bancas a su partido, los conservadores de Forza Italia del ex premier Silvio Berlusconi y los ultraconservadores Hermanos de Italia.
«¿Quién tiene miedo de las elecciones? Si uno ha trabajado bien no debe tener miedo», se había preguntado en un video transmitido en directo por Facebook.
Pero ante la posibilidad cada vez más real de que el M5S y el PD se aliaran y formen un nuevo gobierno, Salvini intentó cambiar de estrategia sobre la marcha y buscó un acercamiento con sus ex aliados antisistema.
Di Maio contó este miércoles que rechazó la propuesta de la Liga de volver a formar una coalición de gobierno con él como primer ministro.
«Rechazo la oferta de la Liga con serenidad, y pese a ello no renuncio al trabajo realizado en estos catorce meses», explicó ante la prensa.
Además, le agradeció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su apoyo a Conte y aseguró que este respaldo demuestra que el M5S «va por el buen camino».