Podés servir para el negocio económico, pero también tenés que rendir en lo deportivo, todo va de la mano. Argentina tuvo que recorrer un largo proceso para poder integrar el Rugby Championship, y luego pasó algo similar con el Súper Rugby. En cambio, Italia nunca cumplió con los mismos requisitos para poder estar dentro de la elite del rugby europeo, en el Seis Naciones. Nunca se ganó ese derecho dentro del campo de juego ni logró organizar su rugby. Lo sucedido el pasado fin de semana no fue un hecho aislado, que la Azzurra pierda 50 a 10 ante Francia, ratifica que la organización de la competencia a nivel internacional debe cambiar.
El pasado domingo, luego de finalizar la primera fecha del Seis Naciones, desde Cardiff, minutos después que Gales derrotara a Irlanda, la transmisión de la BBC desde el estadio Principality de la capital galesa ponía al aire un debate sobre el comienzo del torneo. Y cuando fue el turno de opinar del ex capitán del Dragón, Sam Warburton, el ex Lions se refirió a la actuación de Italia, y a la hora de hacer un balance de las performances del equipo azzurro fue muy duro.
“Tiene que haber un cambio. No se trata simplemente de «tirar los juguetes del cochecito» por un partido. Desde hace algunos años, Italia no está siendo realmente competitiva. Personalmente, creo que debe haber ascenso y descenso en el Seis Naciones”, fue el comienzo del análisis de Warburton.
Es que Italia no gana en el Seis Naciones desde la edición de 2015, cuando derrotó a Escocia, y desde ese día acumula 28 caídas consecutivas. Además, nunca pudo clasificar a cuartos de final en un Mundial, sumado a que sus dos franquicias que participan de la Liga Celta sólo han ganado un puñado de partidos y nunca fueron protagonistas de dicha competencia. Y a esto se agrega que tiene que importar jugadores constantemente porque no generan talentos desde juveniles que abastezcan al seleccionado mayor.
“Digamos que si el año pasado fue Georgia quien ganó la competencia de segundo nivel… No podemos seguir poniendo un techo de cristal a estos equipos en Europa porque, de lo contrario, ¿cómo será el crecimiento en Europa? Si ese es el caso, Italia termina último y Georgia gana, en la próxima ventana internacional Georgia debería viajar a Italia, para que Italia aún tenga la ventaja de jugar en casa y la oportunidad de permanecer en la competencia, en un partido de playoff. Estoy seguro de que obtendrías muy buena cantidad de televidentes. A mí me gustaría ver eso”, expresó Warburton.
Otro dato: Italia integra el Seis Naciones desde el año 2000, y de las 21 participaciones ha finalizado en diez oportunidades en el último lugar. A Escocia es a quien más le ganó: en seis oportunidades; a Gales y Francia dos veces; mientras que a Irlanda tan sólo la derrotó una vez y a Inglaterra nunca.
Por eso no extrañó que Warburton dijera: “Creo que ya es suficiente. Italia simplemente no tiene profundidad desde el punto de vista del grupo de jugadores. Simplemente no son lo suficientemente buenos para competir a este nivel en este momento”.
Los cambios comienzan con este tipo de análisis que están fundamentados con hechos y resultados. Con un comentario parecido, no por malos resultados, sino porque el viaje era muy largo, comenzó la campaña para dejar afuera del Súper Rugby a Jaguares y por ende a Argentina.
Una picardía que algunos dirigentes del mundo ovalado hayan tenido una mirada cortoplacista. La plataforma de la campaña de Agustín Pichot contemplaba un rugby internacional para todos, mejor competencia y estar en el lugar que cada seleccionado se gane sobre el campo de juego, el único lugar donde cada uno demuestra su fortaleza y se gana el respeto y lugar en las competencias más importante del mundo.