El gobierno japonés aprobó el viernes una nueva partida presupuestaria para limpiar los escombros, restaurar edificios y construir viviendas provisionales para decenas de miles de damnificados que viven en la precariedad desde el terremoto y tsunami del 11 de marzo pasado.
Los créditos adicionales son por unos 5 billones de yenes (48 mil millones de dólares) y fueron pedidos por el Consejo de Ministros al Parlamento. Estos tienen como objetivo financiar el inicio de la reconstrucción en el noreste del país devastado por la tragedia.
La Cámara baja iniciará el examen del proyecto el 28 de abril.
De esta partida, unos 14.600 millones de dólares (10 mil millones de euros) se destinarán a la rehabilitación de infraestructuras públicas, unos 4.375 millones (3 mil millones de euros) para la construcción de viviendas provisionales, y casi cantidades similares a esta última, para el tratamiento de escombros y para la construcción de escuelas y reforzar la protección antisísmica.
Los fondos provendrán de la suspensión parcial de la gratuidad de las autopistas o de la reducción de la ayuda pública para el desarrollo de otros países.
El terremoto de magnitud 9 del 11 de marzo y sobre todo del tsunami que lo siguió provocaron unos 28 mil muertos y desaparecidos en el noreste de Japón.
Desde el viernes, el acceso al área de exclusión de 20 kilómetros que rodea a la central nuclear de Fukushima y que fue evacuada desde las primeras fugas radiactivas, está terminantemente prohibido so pena de multa. Las viviendas más cercanas a la central, expuestas a niveles altos de radiaciones, podrían ser declaradas inhabitables durante años, incluso décadas, pese a que a las autoridades les cuesta reconocerlo y los propietarios se niegan a admitirlo.
La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa aseguró el viernes que no puede decir hasta cuándo la población debe permanecer alejada de esta zona, limitándose a decir que durará «al menos hasta que las emisiones de elementos radiactivos estén bajo control».