La situación tendía a estabilizarse en la central atómica japonesa Fukushima I, dañada por el sismo y posterior tsunami de la semana pasada en el norte de ese país, donde hoy se registró un nuevo sismo y se detectó radiactividad en el agua y en otros alimentos.
«Creemos que la situación se ha estabilizado», dijo el vocero del gobierno japonés, Yukio Edano, al informar acerca del estado en el que se encuentra el reactor 3, sobre el que se lanza agua para lograr su enfriamiento.
Sobre este reactor, especialmente peligroso porque contiene plutonio, los bomberos dirigieron los cañones de agua de sus vehículos, en un nuevo intento por enfriar el núcleo, informó la agencia de noticias Kyodo.
Con ese operativo, que se prolongará por siete horas, se prevé inyectar 1.260 toneladas de agua en el reactor 3, que ayude a bajar la temperatura y evitar una fuga radiactiva, consignó la agencia alemana DPA.
Asimismo, se iniciarán los trabajos para enfriar con agua el reactor 4, aunque las barras de combustible están aún cubiertas por algo de agua, señaló Edano.
En las últimas horas, los operarios consiguieron reconectar hilos reactores a la red eléctrica para poder restaurar los sistemas de refrigeración de la planta nuclear.
De esta manera se espera que mañana la electricidad llegue a los reactores 1 y 2, según informó la agencia de noticias Jiji, citando a la Comisión de Seguridad Nacional.
No obstante, la empresa Tepco, operadora de la planta nuclear, precisó que después de restaurar el suministro eléctrico llevará un tiempo volver a poner en funcionamiento los sistemas de refrigeración, ya que será necesario realizar pruebas en los equipamientos de las planta, gravemente afectada por el terremoto.
En tanto, los operarios realizaron orificios en las cubiertas de los reactores 5 y 6, para evitar explosiones, según informó hoy el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) a través de su página web.
El objetivo de esta medida es evitar concentraciones de hidrógeno que puedan provocar explosiones, como presumiblemente ocurrió en otros reactores de la central, luego del sismo y posterior maremoto, que según datos oficiales, causó 7.197 muertos y más de 10.900 desaparecidos.
La situación en estos dos reactores se consideraba estable, ya que las vasijas de elementos combustibles usados de estos dos bloques se está refrigerando con la electricidad procedente de los generadores diesel del reactor 6 y la temperatura en el bloque 5, que también funciona con generador diesel, estaba bajando, informó la agencia Kyodo.
En tanto, un avión, con capacidad para soltar agua a una gran altura está de camino a la central, según informó la televisión NHK.
Un nuevo sismo de 6,1 grados en la escala de Richter se registró en el noreste de Japón, donde según la agencia meteorológica se registraron 262 réplicas desde el terremoto del viernes 11 de este mes, la mayoría de las cuales fueron superiores a los 5 grados y tres superaron los 7 grados.
Por otra parte, el Ministerio de Sanidad japonés decretó el cese de la venta de alimentos procedentes de la prefectura de Fukushima, después de que en las inmediaciones de la central nuclear se detectaron plantas y leche con altas dosis de radiación, informaron fuentes gubernamentales.
Según el gobierno japonés, los niveles de yodo radiactivo superan los límites permitidos y también en la prefectura de Ibaraki, más al sur, la producción de espinacas se vio afectada.
Pese a ello, Edano explicó que si alguien consume la leche o espinacas contaminadas durante un año, recibía una dosis de radiación similar a la que una persona se expone durante un reconocimiento radioscópico.
También en la provincia de Ibaraki, al sur de Fukushima, se localizaron espinacas contaminadas, por lo que las autoridades pidieron a los productores de la región que cesen por ahora el suministro y el consumo.
Además, las autoridades hallaron restos de yodo radiactivo en el agua potable en Tokio, informó la agencia de noticias Kyodo citando al gobierno japonés.
También en la provincia de Gunma se hallaron «muy pequeñas cantidades de material radiactivo» en el agua potable, informó la agencia de noticias Jiji Press.
No obstante, la radiación en el agua en Gunma está por debajo de los valores límites permitidos y no hay problema en beberlo, según informó esa agencia.