Mientras Estados Unidos y China están enfrentados desde hace un año en una guerra comercial que día a día suma un nuevo capítulo, ahora la disputa es entre Japón y Corea del Sur, situación que sacude a todo el continente asiático.
El gobierno de Japón despojó este viernes a Corea del Sur de su estatus de “socio comercial preferente”, una medida que ahonda una creciente crisis diplomática desatada entre ambos países ؘ(los aliados más importantes de Estados Unidos en Asia) y amenaza las cadenas de producción globales.
La decisión fue aprobada por el gabinete que lidera el primer ministro, Shinzo Abe, y amplía las trabas que Tokio ya aplica desde comienzos del julio a los materiales químicos básicos (poliamida fluorada, resina fotosensible y fluoruro de hidrógeno) que adquieren compañías surcoreanas para fabricar pantallas y chips de memoria.
Tokio justificó la decisión por motivos de seguridad, mientras Seúl la calificó de “injusta” y de “represalia” por el litigio que arrastran ambos países a raíz de la colonización nipona de Corea, y advirtió sobre los “graves daños” que ésta puede causar a las economías nacionales y a nivel global, informó la agencia de noticias EFE.
La medida, que entrará en vigor el próximo 28 de agosto y llega tras una serie de desencuentros entre los responsables de ambos países, representa un paso más en el deterioro de unas relaciones bilaterales que atraviesan su peor momento de las últimas décadas.
Entre los efectos de corto plazo, la restricciones supondrán que Seúl no tendrá acceso a procedimientos simplificados para la compra de materiales y tecnología de origen japonés susceptibles de uso militar, un estatus del que disfrutaba Seúl desde 2004 junto a otros 26 países, como Estados Unidos, Reino Unido, Argentina o Alemania.
Más de un millar de productos nipones se verán afectados por estas trabas, lo que afectará a industrias surcoreanas clave como las del automóvil o la petroquímica.
En Seúl se teme que las restricciones niponas que entraron en vigor en julio bloqueen el suministro de materiales y componentes para la producción de memorias para computadoras (Dram) cuya cuota de mercado global corresponde en un 70% a empresas surcoreanas, y a la propia economía nacional, cuyas exportaciones dependen en un 25% de los semiconductores.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, acusó este viernes a Japón de “atacar deliberadamente” a la economía nacional, algo que también podría tener “un fuerte impacto” a escala global.
En una reunión de emergencia de su gabinete que fue retransmitida en directo por los medios locales, advirtió que Seúl dispone de “métodos” para responder que podrían causar “enorme daño” a Japón.