El coronavirus cambió al mundo y los jardines de infantes no fueron la excepción, justo cuando empezaban su ciclo escolar con adaptaciones para los más pequeños. Muchos concurrían con dudas, temores que se irían aflojando a lo largo de las clases, pero todo eso quedó estancado cuando el lejano virus detectado en China se transformó en pandemia y llegó a la Argentina. Con una cuarentena obligatoria desde el pasado 19 de marzo, las instituciones que cuidan y enseñan a los niños y niñas vieron clausurada la posibilidad de continuar con una actividad que, a diferencia de los otros niveles educativos, no puede trasladarse al modo remoto salvo en parte. Los docentes acusan el golpe, porque muchos padres no pueden afrontar las cuotas sin enviarlos a clases: sus propias situaciones económicas también se trastocaron para peor. El riesgo de cierre para muchas instituciones acecha. El pasado 28 de mayo se celebró el Día de los Jardines de Infantes y fue la oportunidad de poner sobre la mesa esa problemática. Lo que reclaman es la atención y contención del Estado en sus tres niveles, que juzgan ausente en esta crisis.
Sandra Tolcovny, directora de la cooperativa de trabajo La Osa Gregoria e integrante de la Asociación de Jardines Particulares de Rosario señaló a El Ciudadano que el pedido parte por empezar de ser reconocidos como institución educativa formal por el Estado y además aclaró que desde la Asociación se acepta el aislamiento y están pensando los protocolos de seguridad para la futura vuelta a clases presenciales. “A pesar que no hay clases ni en jardines públicos, privados ni particulares, todos estamos ofreciendo clases virtuales realizando diferentes actividades y propuestas para contener a los pequeños y sus familias, darles un sentido afectivo, pedagógico y didáctico a las propuestas”, enfatizó.
La Asociación de Jardines Particulares comenzó su funcionamiento en 2009 y suma hoy unos 200 jardines asociados en la ciudad. Desde su Facebook, lanzaron un video que expone el estado de emergencia en el que se encuentran.
Desde la Asociación explicaron que aquellas instituciones que se ocupan de la educación y crianza de los niños de 45 días a 3 años están a punto de desaparecer y no por culpa de la pandemia sino por falta de reconocimiento de las distintas esferas gubernamentales que consideran «de segunda» esta función esencial para los niños y sus familias.
De la boca de las maestras
Desde el colectivo algunas maestras ante la falta de contestaciones de ministros e intendentes provinciales y municipales señalaron:
“Indignación, impotencia, rabia…son los sentimientos que nos acompañan»
”Somos consideradas instituciones de segunda. Educamos pero no pertenecemos al sistema educativo”
“Somos coformadoras junto a los institutos de Formación Docente pero no estamos dentro del sistema”
“Tenemos proyectos educativos, planificamos, enseñamos: somos supervisadas y evaluadas”
“Nos aggionamos a los tiempos actuales y enseñamos en forma virtual, llegamos a las familias a través de sistemas digitales, estamos presentes con nuestros niños y niñas no perdiendo el lazo de amorosidad”
“Somos instituciones que cubrimos, por pedido expreso del Ministerio de Educación de la provincia la escolaridad de los niños de 4 años que no tienen lugar en las escuelas por falta de infraestructura y presupuesto educativo , sacando las papas del fuego como parche del sistema”
“No somos reconocidas como instituciones de educación y cuidado, nos dejan a la intemperie, sin nombre ni apellido”
“Somos profesionales, maestras recibidas, especializadas con pos-títulos y pos-grados que poco valen a la hora de albergarnos como trabajadoras de la educación”…”No hay subsidios, ni adelantos, ni sostenes: somos una pelota caliente con la que nadie quiere jugar”.
Día de los Jardines de Infantes
El 28 de Mayo se celebra el Día Nacional de los Jardines de Infantes en homenaje a Rosario Vera Peñaloza, la creadora del primer Jardín de Infantes en la esfera nacional, en la provincia de La Rioja.
El Nivel Inicial como nivel dentro del Sistema Educativo es reciente, tiene menos de 30 años: su obligatoriedad fue establecida en 1993. Pero las primeras instituciones al cuidado de niños pequeños datan de principios de siglo XIX y comienzan a expandirse por el territorio nacional como Casas Cuna y de caridad al cuidado de niños huérfanos y familias humildes.
A mediados del siglo XIX, llega a la Argentina, con Domingo Faustino Sarmiento y aires franceses, la idea de incorporar a los niños de 5 años en las habilidades y hábitos escolares. Se inicia así el reconocimiento de las posibilidades de aprendizaje de la primera infancia.
Este doble origen: desde lo asistencial y lo pedagógico más allá de contradecir la función de las maestras jardineras, son dos caras de la misma moneda, como síntesis ética de la educación donde se produce la filiación cultural del cachorro humano a través de gestos primordiales de hospitalidad y pertenencia, de cuidado y conocimiento.
La inédita crisis sanitaria y general obligó a romper rutinas y construir con creatividad. Varios jardines de infantes de Rosario llevan propuestas diferentes en tiempos de cuarentena para mantener los contactos con los niños y sus familias, para que no se pierda su esencia y recordar que siguen vivos con ganas de recuperar las aulas con los sonidos de los más pequeños.