Fue una jornada difícil, que arrancó con un masivo corte de luz, como si a estos comicios le faltara un ingrediente más, extra, al final cerrado que se preveía en la categoría de intendente de Rosario. “Es una elección reñida pero el resultado es irreversible”, dijo el oficialista Pablo Javkin al subirse al escenario que el Frente Progresista montó en el Centro de Convenciones del Mercado del Patio. “Hemos ganado tanto a concejales como a intendente de Rosario”, agregó inmediatamente.
Pese a que desde el búnker del peronismo quisieron sembrar la duda, los números oficiales apoyan los dichos de Javkin: con el 99,53% de las mesas computadas, el postulante del Frente Progresista obtuvo 180.173 votos (34,50%), versus los 172.363 sufragios de Roberto Sukerman (Frente Juntos, 33%), aventajándolo por unos 8.000 votos. Víctimas de la polarización, quedaron muy atrás los otros dos postulantes: Roy López Molina quedó en tercer lugar con 80.484 voluntades (Cambiemos, 15,41%) y cuarto Juan Monteverde con 78.106 voluntades (Ciudad Futura, 14,95%).
En la vereda de enfrente, Sukerman lo tildó de irresponsable y con un encendido discurso dijo que “nadie había reconocido el triunfo” del candidato oficialista. Sereno, Javkin prefirió no responder y lo atribuyó a “la tensión por una elección muy reñida” e insistió: “Nosotros dijimos algo que el escrutinio está confirmando”.
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“No voy a discutir con Roberto, es una persona que valoro mucho, ha tenido un enorme respaldo también. Vamos a ir a unir a todos los rosarinos en el futuro de la ciudad”, expresó. Recién al borde de la medianoche, y a través de la red social Twitter, Sukerman felicitó al «intendente electo».
El triunfo de Javkin confirma el proceso de renovación en el que está inmerso el Frente Progresista, que ya no estará comandado en Rosario por el PS. El socialismo en primer lugar, y luego en alianza con el radicalismo y otros partidos menores con el Frente Progresista, gobierna Rosario desde 1989, panorama que cambiará a partir del 10 de diciembre. Javkin apuesta a mantener una continuidad de los grandes aciertos pero también ponerle su propia impronta en aquellos temas que quedaron en el debe.
“Yo me siento un hijo de esta ciudad, que ha sido muy afectuosa con todos nosotros y en lo personal también logrando el reconocimiento del trabajo desde hace mucho tiempo. Somos un gran equipo, hicimos una gran elección en la categoría de concejales con una victoria holgada. Tenemos un gran desafío por delante. Dejenme decirle gracias a los rosarinos y las rosarinas. Nos ponen en una gran responsabilidad y vamos a dar todo lo que tenemos para estar a la altura”, dijo, visiblemente emocionado Javkin.
«La clave fue trabajar mucho fue una elección muy competitiva e interpretar que viene un tiempo para una generación nueva que tiene la responsabilidad de gobernar la ciudad más importante del mundo para todos nosotros y como decimos, ponerla lo más arriba posible”, expresó.
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Tras la controversia que pretendió instalar Sukerman, Javkin volvió al escenario, esta vez acompañado por su mujer, sus hijos, su rival en la interna Verónica Irizar y los principales candidatos a concejales como Susana Rueda, María Eugenia Schmuck, Enrique Estévez y Aldo Poy.
“Entendemos con mucha responsabilidad que nuestro rol a partir de mañana es fijar acuerdos, construir el futuro de la ciudad, unidos”, finalizó Javkin, para dejar en claro por dónde va a pasar su gobierno.
“Este es un Frente que trabaja mucho, que cuando tiene que discutir discute pero después se une y le quiero agradecer especialmente a Vero el acompañamiento de todo este tiempo. Somos un equipo plural, unido y que como hace esta ciudad, no se rinde”, sostuvo.
La victoria de Javkin desató un festejo de la militancia radical, el partido de origen del actual concejal. En el Mercado del Patio, se escuchó el “volveremos a ser gobierno como en el 83” y “Acá están, hasta el fin, los pendejos de Alfonsín”.
