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Sigue el paro del transporte y ya todos miran al gobierno nacional, el único que puede destrabar

La UTA ratificó la continuidad de la huelga, que ya es histórica. El intendente Javkin volvió a pedir la intervención de Nación en el conflicto, que se extiende a casi todo el país. Toda las fichas apuntan a los subsidios: la titular de Movilidad admitió que las empresas pueden “ir al quebranto"

“La Nación no aporta absolutamente nada para destrabar este conflicto que tiene el interior del país”, plantó cañones el titular de la Unión Tranviarios Automotor de Rosario, Sergio Copello. El dirigente sindical, que se refirió con suma dureza al gobierno nacional cada vez que lo mencionó, ratificó este jueves que el paro por tiempo indeterminado en el transporte de pasajeros continúa, y este viernes alcanzará su día número 12, con lo cual ya no parece haber antecedentes históricos de una medida de fuerza tan extensa: ese lapso paralizó el transporte de pasajeros de Buenos Aires en la emblemática huelga de septiembre de 1942.

Copello habló en conferencia de prensa en la sede local de la UTA tras el fracaso de la reunión que mantuvo la plana mayor del sindicato a nivel nacional con el Ministerio de Trabajo de la Nación. Sin anuncios sobre una redistribución de los subsidios al transporte –la mayor porción va a parar a la ciudad de Buenos Aires y zona, donde los ómnibus están en la calle– el gremialista se quejó amargamente de cuándo será la próxima cita: “Demostrando el gran interés que tiene la Nación en resolver esto, el miércoles que viene”, refirió. Así, de no mediar una intervención a mayor nivel político que destrabe la situación, la medida de fuerza se extenderá hasta ese mojón, al menos.

De hecho, este jueves la UTA volvió a ratificar que el paro es por tiempo indeterminado y hasta que los trabajadores cobren hasta el último centavo de sus salarios de abril. La reacción sindical se disparó cuando, el pasado martes 5, los choferes recibieron 20.000 pesos a cuenta. “Tres o cuatro días después”, tuvieron un nuevo pago hasta completar el 50%, y esta semana se agregó otro 15%. Pero del tercio faltante, no recibieron ni siquiera una promesa, y sobra indicios de que la situación va a continuar, ya que por la pandemia de coronavirus, aun donde funciona el transporte, los gobiernos locales desaconsejan su uso.

El gremio admitió que en Rosario el problema excede a la Municipalidad, a las empresas privadas e incluso a la provincia; por ello cargó tintas contra el área de Transporte nacional, particularmente sobre un colaborador de la segunda línea del ministro Mario Meoni, a quien no nombró: “No comprendo cómo un funcionario que pertenece a un gobierno justicialista que defiende los derechos de los trabajadores se exprese como lo hace ese señor”, descargó el gremialista. “Nos dijo en un momento que por qué íbamos a cobrar el 100% (del sueldo) en medio de la pandemia”, explicó, y sostuvo: “La familia del transporte no aguanta dos días más. La sociedad entera no aguanta”.

Con todo, a nivel regional el paro afecta a unos 2.700 trabajadores del transporte urbano, otros 350 de media distancia –más de 60 kilómetros y hasta 200– “que desde el 20 de marzo no están funcionando”. Y también a “otros 200 o 300 compañeros más de larga distancia, que algunos están cobrando ATP y es todo lo que han cobrado”.

Con ironía, Copello se quejó, incluso, de las recomendaciones oficiales de no utilizar el transporte público y buscar, en cambio medios alternativos: “Parece que si se juntan cuatro o cinco en un auto tienen menos riesgo de contagiarse que en una unidad de transporte, donde hay un espacio, hay una cabina que está aislada y que en cada punta de línea es desinfectada…”.

 

Un problema federal

Aunque desde el pasado 20 de marzo, cuando comenzó a regir el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país para evitar contagios de Covid-19 los ómnibus circularon casi desiertos, y la lógica oficial es evitar su uso para mantener la distancia social, para el intendente Pablo Javkin el paro representa un problema grave. Por ello este miércoles mantuvo un encuentro virtual con sus pares de Santa Fe, Emilio Jatón, y de otras ciudades afectadas con el paro, como Adán Bahl (Paraná) y Martín Llaryora, de Córdoba.

De hecho, para aportar al sistema el Palacio de los Leones buscó financiamiento del Banco Municipal y aportó nuevos recursos a las tres empresas prestatarias del servicio. Ese flujo es el que permitió, este miércoles 20, acreditar un 15% más del sueldo total de los trabajadores en conflicto, que llegaron a percibir así el 65% de los salarios de abril.

Pero también el intendente puso el foco en la Nación. “No hay modo –sostuvo Javkin– de que esto se pueda resolver desde los municipios. Fundamentalmente dependemos de que se incluya al transporte urbano e interurbano en el programa ATP (de asistencia del Estado nacional para salarios en empresas en crisis) o de una modificación de los subsidios que venían aportándose para sostener el boleto pero que después de la pandemia no tuvieron ninguna evolución”.

El tema de los subsidios fue uno de los ejes, el principal, en cuanto a lo conversado con sus pares. “Es imperioso que Nación escuche al interior”, marcó Javkin, y precisó que todos los intendentes que participaron del encuentro coincidieron en que “es indispensable un mayor aporte del gobierno nacional para enfrentar la compleja situación en el marco de la pandemia”.

En ese sentido el intendente recordó que el sistema de transporte se financia en un 45% con subsidios (Nación, provincia y municipio) y el 55% restante con recaudación propia. Pero esta colapsó: “De lo que recaudábamos con 450.000 pasajeros, hoy se recauda sobre 62.000”, contabilizó. “La reducción es del 85% de los recursos y esto, con dos meses acumulados, hace imposible el financiamiento del sistema sin el reconocimiento de los subsidios o bien a través del ATP en relación a los sueldos de los trabajadores”, insistió Javkin. Y explicó la misma situación “se da en todo el interior del país” con un panorama de parálisis del transporte urbano más allá de la huelga sindical: “Por la imposibilidad de continuar con el financiamiento, muy distinto a lo que se da en Capital y el Amba porque tienen muchos más subsidios”,

“Es fundamental encontrar una respuesta porque el escenario no es sólo hasta acá; mínimamente tenemos tres meses más en una situación similar y probablemente lleve mucho tiempo recuperar la cantidad de pasajeros, porque por una cuestión sanitaria vamos a seguir desincentivando el uso del transporte público”, concluyó el intendente.

 

“Las empresas podrían ir al quebranto”

Sin solución a la vista, la secretaria de Movilidad de Rosario, Eva Jokanovich, advirtió que la situación del transporte urbano a corto plazo “es insostenible”, admitió que las empresas privadas “podrían ir al quebranto” y remarcó los contrastes con el área metropolitana de Buenos Aires.

El problema que vive Rosario se replica en otras grandes ciudades del país como Córdoba, Santa Fe y Paraná, donde tampoco se presta el servicio por atraso en el pago de los salarios.

En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, Jokanovich, ratificó, como la UTA y el intendente, que la llave está en Buenos Aires. “El gobierno nacional no nos acompaña en un problema muy difícil para la mayoría de los ciudades del interior del país”, reconoció.

Jokanovich trazó un futuro incierto para el vital servicio público si no hay una intervención concreta del Estado nacional. “Las empresas están en riesgo de quebranto. Nadie se sostiene si no tiene recaudación. Además, estamos a diez días de tener que afrontar un nuevo pago de salarios”, completó.

 

Compleja coyuntura bajo pandemia

Tal como lo comunicó el Ente de la Movilidad en sus mediciones, el uso del transporte público disminuyó notablemente durante el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio. En la semana previa a la medida dispuesta a nivel nacional, con la suspensión de clases ya se había registrado una caída del 58%, y a partir del 20 de marzo, la disminución de pasajeros superó el 92%. En la última semana previo al corte de crédito laboral, la ocupación nunca superó el 19%. El lunes 13 de marzo, previo a las medidas adoptadas para evitar la propagación de la pandemia, el transporte público fue utilizado por 391.333 personas, mientras que luego del 20 de marzo, durante los últimos días de dicho mes, nunca se superaron los 42 mil pasajeros. En tanto, durante el mes de abril generalmente estuvo por debajo de los 55 mil pasajeros. En todos esos días, circuló el 80% de los colectivos de un día normal, pero los pasajeros nunca superaron el 19%.

 

Paro en todo el país

La medida de fuerza abarca a las principales ciudades del país, exceptuando a Capital Federal y el área metropolitana de Buenos Aires, que cuentan con un sistema de subsidios diferencial en relación al resto del país.

Además del transporte urbano e interurbano de Rosario y el Gran Rosario, esta situación afecta a prácticamente todas las ciudades del interior y sus zonas metropolitanas, como Córdoba, Santa Fe, Mar del Plata, Corrientes, Resistencia, Bahía Blanca, San Luis, Tucumán, Jujuy y Paraná, entre otras.

 

Bajando del bondi

Tanto las autoridades sanitarias del gobierno nacional, como las de las administraciones provinciales y municipales recomendaron no utilizar el transporte público para el traslado de personas ligadas a las actividades exceptuadas –cada semana se suman más– atendiendo a que ha sido una de las principales fuentes de propagación del virus en todo el mundo.

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