El flamante intendente de Rosario, Pablo Javkin, estrenó en la mañana de este miércoles el cargo con su primera reunión de gabinete. Como gesto, la convocó en la escuela Kennedy de Grandoli al 4800, en la zona sur. Además de trazar un plan de acción para el verano que tiene como un eje la infancia, como adelantó al asumir, sumó la seguridad y el control enfocados en las zonas de La Florida y Pichincha, concentradoras de afluencia en temporada estival. Son lo que denominó «puntos rojos» en el inicio de su gestión: problemas que requieren acciones. Incluyó entre ellos el estado de las calles, por lo que adelantó un programa de bacheos con prioridad en las arterias por donde circula el transporte público, sobre el cual agregó motivos de preocupación: qué pasará con los subsidios nacionales y los fondos provinciales. «Arrancamos con subsidios en cero», advirtió para enseguida aclarar que no quiere encender alarmas anticipadas y que la cuota de incertidumbre es la marca de todos los inicios de ciclo. Éste, para más, con cambios de color político en los restantes dos niveles del Estado.
Javkin y su primera línea de gobierno mantuvieron antes de la reunión un encuentro con autoridades de la escuela Kennedy con sus docentes. “Nos reunimos con quienes todos los días ponen pasión por enseñar y amor por cuidar: las maestras y maestros de Rosario”, publicó el intendente en su perfil de Twitter.
Por ese mismo medio, antes de contestar preguntas de los medios que se acercaron hasta el colegio de Grandoli y Gutiérrez, agregó: “Junto al gabinete, compartimos la mañana y hablamos sobre lo más importante: la primera infancia y los chicos”.
https://twitter.com/pablojavkin/status/1204743456532422658
El jefe del Palacio de los Leones insistió en que quiere que la asistencia a la infancia para garantizar sus derechos en la ciudad sea una marca de su gestión. Adelantó que este miércoles se definieron acciones para garantizar actividades y asistencia a la infancia en el verano, época huérfana de contención en las escuelas.
La Florida y Pichincha, bajo control
Otro de los temas tratados fue el de seguridad y control urbano en las zonas más concurridas durante los próximos meses: la zona balnearia del norte, La Florida, y el barrio Pichincha, por su movimiento nocturno. Javkin enfatizó que la idea es coordinar el trabajo del personal de Control Urbano y la Guardia Urbana (GUM) municipales con la Policía de Santa Fe para hacer más eficiente el resguardo de la convivencia.
Mejor asfalto y a la espera por colectivos
El intendente anunció un plan de bacheo integral, pero centrado en las arterias por donde circulan más líneas del transporte urbano de pasajeros, que prometió iniciar apenas culminen los inmediatos compromisos económicos de sueldos y aguinaldo a empleados municipales. Es que, para eso, explicó, habrá que rever contratos de obras y presupuestar el financiamiento.
Sobre el transporte urbano, centro de cuestionamientos por las bajas frecuencias y sujeto a permanentes aumentos del pasaje (uno de los más caros del país), Javkin aclaró que se abre un compás de espera sobre las definiciones a nivel provincial y nacional respecto de los subsidios. «Arrancamos de cero», advirtió con la aclaración de que no quería ser tremendista. Agregó que los cambios de gestión, más los actuales con viraje de signo político, imponen un tiempo de acomodamiento y redefinición de políticas. El fantasma de una nueva suba del boleto, si no vuelven las ayudas de Nación y fondos de provincia, está presente.
El radical cifró expectativas sobre declaraciones de las autoridades nacionales en relación a darle equidad a los subsidios, que históricamente privilegiaron a ciudad y provincia de Buenos Aires porque son distritos donde los malestares populares alcanzan mayor resonancia mediática. Si se traducen en hechos esas palabras, terminó Javkin, «cambia la ecuación» de costos local en favor del usuario.
Javkin adelantó por Twitter que “muchas reuniones de gabinete van a ser en lugares como esta escuela”, por la Kennedy.