El titular de la Unidad Regional II (UR II) de Policía, Marcelo Villanúa, avaló en la mañana de este lunes el operativo policial realizado el domingo en el llamado barrio Toba (qom) de Rouillón al 4400: dijo que no hizo «falta una orden judicial de allanamiento” porque se actuó ante “un caso de flagrancia». Además, defendió el accionar del médico de la fuerza, que no dejó constancia de heridos de consideración entre las personas apresadas, y negó persecución a cualquier comunidad étnica, como denunciaron los vecinos involucrados y organizaciones sociales.
En una conferencia de prensa realizada en la Jefatura de Policía de Rosario, Villanúa señaló que los hechos se desencadenaron cuando se intentó identificar a un grupo de personas que estaban en la calle y que terminaron ofreciendo resistencia y refugiándose en casas vecinas. Por eso, insistió en que no hacía falta ninguna orden judicial.
«Respecto a las personas lesionadas, tanto el médico de la Policía como el de la Dirección de Asuntos Internos sólo constata lesiones en dos personas, y ambas son de carácter leve», continuó.
En referencia a las actas de los lesionados confeccionadas por un médico policial y otro de la Dirección de Asuntos Internos, el jefe policial indicó que ambos profesionales “sólo constataron lesiones en dos personas, y ambas son de carácter leve». Otro punto confuso fue el horario en el que se firmaron esos documentos, lo que aparece como una singularidad ya que es el mismo. Sobre eso, Villanúa argumentó: «El médico policial da ingreso a una dependencia policial en un horario puntual. Y todas las actas van a figurar con el mismo horario. Es decir, que si un médico policial arribó a las 13, por ejemplo, y tiene que examinar a cinco personas, en todas las actas va a figurar el horario de las 13. Pero examinó a uno por uno y el resultado del examen médico hecho en la dependencia por el médico de la policía es coincidente con el que horas después realiza un médico de Asuntos Internos. Las constancias obran porque las actas labradas por el médico fueron debidamente secuestradas».
Por último, el titular de la UNR II negó acciones discriminatorias en el operativo del domingo y en anteriores, como denunciaron miembros de la comunidad qom: «No hubo ningún tipo de persecución policial. Nosotros hacemos miles de identificaciones y éste es sólo un caso. No hay persecución, nosotros perseguimos el delito, al delincuente, no perseguimos a ninguna comunidad ni a ninguna minoría en particular. Y abundó: “No hubo un enfrentamiento armado, el personal policial fue víctima de una turba que tenía armas blancas. No sé si eran miembros de alguna comunidad, sólo sé que fueron oportunamente detenidos”. Sobre ese punto, aunque sin precisiones de nombres y números, agregó sobre los 14 detenidos en el operativo: “Muchos tienen frondosos antecedentes por desobediencia a las autoridades, lesiones, tenencia y abuso de arma de fuego y por homicidio”, y “uno de los demorados tiene una causa por homicidio” por la que “estaba requerido por la Justicia desde 2012”. Lo que no explicó es por qué, entonces, fueron liberados.