Tiene 45 años, es el jefe de Criminalística de la Unidad Regional XVIII y el parte judicial lo identifica por sus iniciales MAG. Lo detuvieron el domingo en Sastre y este martes en San Jorge le dictaron la prisión preventiva en una causa por graves delitos contra la integridad sexual. Dos mujeres, con las cuales mantenía relaciones en paralelo, lo denunciaron. La acusación señaló que el jefe policial utilizó su arma reglamentaria y un cuchillo para amenazar a sus víctimas y violarlas. La defensa del imputado intentó evitar la medida restrictiva de la libertad con el ofrecimiento de una camioneta valuada en 700 mil pesos como caución, lo que fue rechazado.
Marcelo Alejandro G. quedó detenido el domingo pasado en la localidad de Sastre por pedido del fiscal Carlos Zoppegni. Fue al cabo del allanamiento a su vivienda, por la tarde. En ese domicilio, agentes de Asuntos Internos le secuestraron su arma reglamentaria –una pistola Browing calibre 9 milímetros con 11 proyectiles intactos en el cargador–, la credencial de policial y un celular.
El fiscal Zoppegni inició las investigaciones pero lo sucedió en la causa su colega de San Javier Rosana Marcolín “por cuestiones de agenda”, según el parte de Fiscalía. La funcionaria encabezó la parte acusatoria en la audiencia de este martes, en la que el juez de Investigación Penal Preparatoria Pablo Ruiz Staiger dictó la preventiva para el jefe policial.
Marcolín le atribuyó a Marcelo G. los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego, lesiones leves, amenazas reiteradas y calificadas por uso de arma blanca. Todos esos delitos, agregó, en un contexto de violencia de género.
“Las víctimas son dos mujeres jóvenes mayores de edad con quienes el imputado mantenía sendas relaciones sentimentales de forma simultánea”, informó Marcolín en la audiencia. “En uno de los casos, utilizó el arma reglamentaria para cometer los abusos sexuales. Además, a las dos mujeres las amenazó con armas blancas”, agregó.
Las denuncias indican que los abusos fueron cometidos entre marzo y agosto últimos, con una de las víctimas, y se prolongaron hasta el viernes pasado con la otra. Ocurrieron, según las acusaciones, en la casa del jefe policial. La fiscal agregó algunos detalles de la investigación: Marcelo G. “llegó a quemar a una de las mujeres con un cigarrillo, y le hizo cortes con un cuchillo en uno de sus brazos”, dijo en la audiencia.
Marcolín destacó que “todos los hechos ilícitos” ocurrieron “en un contexto de violencia de género”.
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