El tiempo apremia, el partido se muere, la pelota ya no es objeto de deseo para todos porque en instantánea metamorfosis tornó en un objeto caliente, inmanejable. El compromiso no es para cualquiera, se necesita carácter, pero también confianza, porque la diferencia entre ganar o perder está en un tiro, una determinación. Y claro, se necesita talento y puntería.
Joaquín Ríos es uno de esos jugadores que no le escapan al momento más impactante que pueda tener el básquet. Y lo asume con naturalidad tras haber vivido el delirio de ver a la pelota atravesar la red pero también la bronca del aro cerrado. A fin y al cabo de eso viven los goleadores, de la fe, del optimismo.
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Lo anuncia Atenas. El Griego, el gigante cordobés del básquet argentino da a conocer que Joaquín Ríos es su nueva ficha. El Ciudadano ya lo había contado días antes, pero no deja de ser una noticia que impacta. Es un paso más para el pibe que creció en Fisherton, el proyecto que se mudó a El Tala e irrumpió en la Liga Provincial, la confirmación que explotó en Atalaya en el Torneo Federal, la revelación que se dio a conocer al básquet grande en Gimnasia La Plata en la Liga Argentina.
Sus números, su evolución justifican la apuesta. La vara sube una vez más. Y ahora es tiempo de alegrarse y asumir la responsabilidad.
“La noticia me llegó a través de mis representantes (la agencia Paxon) y la verdad no me la esperaba. Nunca me imaginé llegar a la Liga Nacional, al nivel más alto de Argentina”, le cuenta Joaco a El Hincha apenas minutos antes de la confirmación oficial, pero con contrato ya firmado.
“Es un desafío muy importante en mi carrera la de poder formar parte de uno de los clubes más grandes de la Liga Nacional”, recalca el perimetral de 24 años, quien se reconoce “muy ansioso” por sumarse al equipo. “Ya quiero llegar, conocer el club, a mis compañeros y comenzar a entrenar”, relata, pero sabe que deberá esperar hasta que la Liga tenga las cosas más claras con respecto a la situación sanitaria y la habilitación gubernamental para poder jugar.
Y Ríos, desde el sentimiento y la felicidad, cree que es momento también de agradecer: “Lo tomé con mucha alegría que un club como Atenas se haya fijado en mí. Soy un agradecido a todas las personas que dieron buenas referencias mías tanto como jugador y como persona. También agradezco a Gimnasia la oportunidad de jugar en la liga Argentina. El desafío es en lo personal tener un buen desempeño y en lo colectivo ayudar al equipo para dejarlo en lo más alto”.
Tomar la determinación de apostar al básquet profesional no fue sencilla ni de un día para el otro. La temporada en Atalaya fue la de quiebre. “No fue una decisión fácil la de apostar a jugar fuera de Rosario, dejar un trabajo de cuatro años y dedicarme al básquet era un cambio muy grande porque estando en la ciudad podía complementar la otra actividad con el básquet, pero surgió la oportunidad de ir a Gimnasia, de jugar La Liga Argentina, y después de pensarlo durante un tiempo tomé la decisión”.
Y de paso, repasó su peldaño a peldaño en el básquet: “Empecé jugando en Fisherton, club donde me crié. Después a los 17 años pasé a El Tala, club donde jugué casi 5 años. Ahí fue donde me terminé de formar como jugador gracias a Gustavo Lalima, que siempre confió en mí y al presidente del club Lolo Maldonado, que siempre cumplió conmigo. Con el Tala pude obtener dos campeonatos y llegar muy lejos en el Federativo. Luego se dio la chance de jugar el Federal en Atalaya y también de jugar la local, donde salimos campeones de la Superliga. Atalaya siempre me brindó lo mejor, siempre voy a estar agradecido también”.
La nota de El Hincha a mitad de temporada de la Liga Argentina cerraba así: Tirador certero, goleador picante, hombre de temperamento para los momentos clave, Ríos ya se hizo conocer en la segunda categoría nacional. Y no asombraría que de aquí a un tiempo de el paso que le falta hacia la cima del básquet criollo. Incrédulos, abstenerse.
Se cumplió apenas unos meses después. El paso está dado, Joaquín Ríos jugará en la Liga A. Y si hay que tomar el último tiro, que no haya dudas, el pase al 4.
Ríos, por Gustavo Lalima (lo dirigió en El Tala)
Hay componentes subjetivos y objetivos con Joaquín. Llegó al club muy joven y uno se pone contento de haber sido parte de su desarrollo deportivo y de su llegada a Atenas con todo lo que implica. Joaquín hizo los pasos que debería dar todo jugador, sin apresurarse. Tiene un enorme talento para jugar a esto, ya sea en la lectura como en la ejecución del juego. Se hizo muy desde abajo con mucho esfuerzo, con horas quitadas al sueño para poder entrenar y trabajar. Le ha tocado volver de un Federativo a las 2 de la mañana y levantarse a las 5 para cumplir el horario en la fábrica. Su familia y sus amigos son su sostén. Creo que es un paso más de una carrera que seguramente se va a extender, un reto muy grande, pero cada vez que se propuso un desafío así lo pudo plasmar. Maduró con cada paso y espero que lo disfrute y que siga aprendiendo.
Ríos, por Mariano Junco (lo dirigió en Atalaya)
Joaquín es un jugador talentoso, con gran capacidad anotadora y con presencia habitual en varios rubros estadísticos como asistencias y rebotes. Se merece esta oportunidad porque en los últimos años buscó su mejor versión y se arriesgó con cambios de equipo, categoría y ciudad; hasta un trabajo cómodo y estable dejó por perseguir su deseo de ser profesional. Seguro le sacará mucho provecho y se adaptará rápido a La Liga.
Sólo falta la confirmación oficial: Joaquín Ríos jugará la Liga A en Atenas de Córdoba
