El lunes por la noche se llevó a cabo una nueva gala de eliminación en Gran Hermano, la misma se suele desarrollar los domingos, pero cambió de día por los feriados. Los jugadores de la casa habían nominado a Florencia, Joel, Mauro, Damián y Emmanuel.
En los últimos días se vino desarrollando un enfrentamiento entre Furia, la protagonista indiscutida del programa, aliada con Emmanuel y el resto de la casa con Catalina como líder.
Todo comenzó cuando ingresó a la casa el ex participante Alfa, quién se pegó a Furia, su fan, según ella misma se definió. Furia y Catalina eran amigas, pero esta última había tenido un encontronazo con el concursante de la edición anterior fuera de la casa que se trasladó adentro cuando ingresó.
Cata sintió una traición por parte de Furia cuando no la defendió frente a Alfa y decidió declararle la “guerra”. Después quien ingresó a la contienda fue Virginia y uno a uno de los otros y otras participantes se fueron plegando.
La placa fue un reflejo de ese “problema” interno. Emmanuel del lado de Furia y Joel del de Catalina. En un mano a mano reñido Joel se fue de la casa y Furia volvió a ganar.
Antes de la salida la instructora deportiva comenzó a gritar: “Vamos gente. Gracias, loco, gracias”, mientras todos los demás saludaban a su compañero con mucha emoción y Catalina Gorostidi lloraba sin parar.
El peluquero también gritó constantemente a cámara. “Hasta la final, perras. Los amo, los amo, los amo”, exclamó.
Por su parte, Paloma Méndez no se sintió cómoda con lo que escuchó. “Un juego en el que hay que tener valores, respeto por la gente, cosa que muchos no tienen. Todo se ve”, dijo, mientras Emma seguía gritando. “La sociedad está rota”, lanzó Virginia.
La definición entre Joel y Emma se dio por poca ventaja, más allá de la euforia de Furia. El azafato sacó el 53,8 por ciento de los votos para irse, mientras que el estilista recibió el 46,2 por ciento, número con el que resistió.
