El fiscal regional Jorge Baclini presentó en la mañana de ayer el segundo informe de gestión de la fiscalía a su cargo en el que detalló el trabajo que realizó en los últimos tiempos junto a su equipo. El funcionario afirmó que la labor estuvo enfocada en delinear la política de persecución penal y la creación de protocolos de trabajo, como así también se refirió a la relación con el personal policial que colaborará en las futuras investigaciones. A su vez, describió la tarea de equipamiento de los diferentes edificios que ocupará la fiscalía en la circunscripción, donde se dotó de mobiliarios, equipos tecnológicos y recursos humanos para el desafío que la institución deberá afrontar a partir del próximo lunes 10 de febrero, cuando comience a funcionar el nuevo sistema procesal penal. Baclini sostuvo que su primera gran meta fue que el sistema comience a regir y ello está cumplido. “Estoy satisfecho, el lunes nuestra primer gran deuda va a estar saldada”, detalló.
Respecto del Ministerio Público de la Acusación, la ley creó un órgano dotado de independencia, autonomía funcional y administrativa y autarquía financiera; ello derivó en la necesidad de establecer un control público por lo que tiene especial importancia la rendición de cuentas, refirió el fiscal regional. Ante ello, el funcionario presentó un informe de gestión dando cuenta de las actividades que realizó para poner en marcha las estructuras de las fiscalías y los avances obtenidos en los últimos 14 meses.
Baclini delineó el diseño orgánico de la fiscalía donde se destacó el área jurisdiccional que enmarca la política de persecución penal, es decir qué delitos se van a perseguir y cómo. El fiscal sostuvo que hay un modelo base que es la unidad de gestión administrativa y procesal que recibirá todas las denuncias, la documentación que acerquen los profesionales y la Policía. Estas presentaciones ingresarán al sistema y se clasificarán y distribuirán en las distintas unidades fiscales entre las que aparecen: la unidad de salidas alternativas encargadas a aplicar los principios de oportunidad, desestimar denuncias, decidir el archivo de los casos e incompetencias. También habrá un área donde se derivarán los casos con imputados no individualizados y las unidades específicas como homicidios, delitos contra la integridad sexual, de delitos económicos y complejos, además de flagrancia y turno. “Estas unidades fueron diseñadas en base a los requerimientos de la región”, explicó.
Respecto de los recursos humanos, detalló que se crearon 144 cargos de fiscales titulares y adjuntos de los cuales 79 se asignaron a la 2ª circunscripción, cargos a los que se sumarán con posterioridad los fiscales y secretarios del sistema residual que vayan pasado al nuevo sistema. Por lo que estimó que el inicio es satisfactorio aunque en 6 meses habrá que subir este número. Igual panorama se presenta con los empleados: actualmente cuenta con 11 dependientes que optaron por pasar a la fiscalía aunque el incremento de trabajo implicará la necesidad de incrementar, más temprano que tarde, el número de empleados. A su vez detalló la estructura edilicia, mobiliaria y tecnológica con la que cuentan.
Otros de los puntos mencionados fue la creación de 27 protocolos de trabajo, instructivos de actuación, guías y recomendaciones, en su mayoría dirigidos al accionar policial y de los fiscales, donde se destaca la atención a la víctima, la constitucionalidad de la detención por orden fiscal, participación del querellante, allanamientos, contingencia en cuestiones de turno, medidas cautelares, entre otros temas. Baclini refirió que estas herramientas brindarán a los fiscales la contención y un estándar mínimo de actuación en los diversos casos.
A su vez, destacó el interés de llamar a concursos especiales de contadores, peritos calígrafos, psicólogos y trabajadores sociales, que trabajen en aspectos que hagan a la investigación y manejar así un perfil interdisciplinario. Respecto del vínculo de la fiscalía con la Policía, el fiscal afirmó: “Muchos dicen que somos ingenuos, muchos dicen: ¿cómo se puede trabajar con esta policía? y paradójicamente los que dicen esto trabajan con la Policía. Nunca se ha hecho operativamente nada, de parte de quien ejerce la investigación penal, para que esto cambie”.
Y agregó que “la Policía es quien está en permanente en contacto con los denunciantes, las víctimas, en los lugares de los hechos y es necesario que (la Policía) sepa como tiene que trabajar para producir la información que le sirva al fiscal y que luego se pueda proyectar en un juicio, cuál es el tipo de información que necesitamos. Para ello hemos hecho cursos de capacitación con la Policía generando una relación sobre los lineamientos de trabajo que queremos instaurar”, terminó diciendo.