Protestas, concentraciones y marchas en todo el mundo marcaron ayer la jornada de conmemoración del Día del Trabajador, en recuerdo de los Mártires de Chicago, los obreros asesinados por la Policía y los sindicalistas ejecutados en Estados Unidos en 1886 por su participación en la lucha por la jornada laboral de ocho horas. Con las tradicionales consignas sobre justicia social y reivindicaciones salariales, millones de manifestantes colmaron característicos espacios públicos de varios países. En España, en donde hubo más de 80 actos, los sindicatos expresaron que hay “4,9 millones de razones más” (por la nueva medición de cantidad de desempleados) para salir a la calle. En América, la mayor concentración tuvo lugar en San Pablo, Brasil, con más de 1,5 millón de personas.
“Siempre hay razones para mostrar lo injusto de un mundo que no se asienta en la distribución adecuada de la riqueza, este año en España, si cabe, hay 4.910.200 razones más que en otras ocasiones para echarse a la calle”, dijo el secretario general del sindicato español, CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
En Barcelona, los Mossos d’Esquadra detuvieron a 14 personas tras disturbios en donde manifestantes contra los recortes sociales quemaron un muñeco del líder del gobierno catalán, Artur Mas.
Los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, en un acto central en Valencia, cuestionaron la eficacia de la reforma laboral aplicada en 2010 por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. “Decían que se iba a crear un ambiente favorable a la creación de empleo y el paro (desempleo) ha seguido aumentando”, recordó el secretario general de UGT, Cándido Méndez. “Decían que con estas medidas se inyectaría confianza en la sociedad española, y el desánimo sigue; decían que de manera directa esta reforma laboral iba a mejorar la contratación indefinida y un año después hay 130.000 contratos indefinidos menos”, graficó.
Del otro lado del océano, más de 1,5 millón de trabajadores brasileños marcharon por las calles de San Pablo para conmemorar el Día del Trabajador, en diferentes actos de las varias centrales sindicales y sin la presencia de la presidenta, Dilma Roussseff, con un cuadro de neumonía leve.
Las agrupaciones más importantes del país, la Central Única de Trabajadores (CUT), cercana al Partido de los Trabajadores (PT) y fundada por el ex presidente Luiz Lula da Silva, y la centrista Fuerza Sindical, celebraron divididas el día a pocos kilómetros de distancias, en San Pablo, consignó la crónica de la agencia Ansa.
El único incidente de la jornada se produjo cuando la policía paulista reprimió con balas de goma una manifestación organizada por parte del movimiento negro y organizaciones de izquierda en la Plaza da Sé, en el centro de San Pablo, lo que dejó varios heridos.
Trabajadores en todas las latitudes
En Moscu, Rusia, en donde el 1º de Mayo coincide con los festejos de la llegada de la primavera, más de 40.000 personas acudieron a diferentes fiestas y desfiles. Estuvieron también los representantes de los diferentes partidos políticos, como el comunista, así como los liberales y socialistas, además de los integrantes de los movimientos antifascistas e incluso anarquistas.
En Estambul, Turquía, cerca de medio millón de personas se reunieron en céntrica plaza de Taksim, bajo el lema “Trabajo, Paz y Libertad”. Miembros y simpatizantes de sindicatos de trabajadores y funcionarios, partidos de izquierdas, nacionalistas kurdos e incluso miembros del gobernante Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP, conservador), se reunieron desde primeras horas en este simbólico lugar, donde las celebraciones del 1º de Mayo estuvieron prohibidas desde 1979.
En Alemania, manifestantes de izquierda atacaron con piedras a la policía en Berlín. Por otro lado, los trabajadores portugueses protestaron contra el FMI y pidieron salarios justos.
En Polonia, en tanto, la beatificación del papa Juan Pablo II eclipsó la celebración tradicional del 1º de Mayo, que se suspendió por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial para no restar protagonismo a la subida de Karol Wojtyla a los altares.
En Bolivia, el gobierno y la central obrera manifestaron por separado, en tanto, en Colombia el 1º de Mayo terminó con disturbios. Por su lado, trabajadores dominicanos marcharon en reclamo de un aumento general de salarios y obreros chilenos denunciaron la precariedad laboral, en una marcha en Santiago.
En Venezuela hubo marchas sin incidentes a favor y en contra de medidas laborales.
En Cuba, Raúl Castro, presidió en Santiago de Cuba un desfile convocado este año en la isla en apoyo al plan de reformas económicas ratificado en el reciente VI Congreso del Partido Comunista (PCC, único).
En el Sudeste Asiático hubo marchas, manifestaciones, aunque en algunos sitios, como Camboya, la movilización sea ilegal.