Bibi Aisha, la joven afgana mutilada, que se hizo famosa por aparecer en la tapa de la Revista Time sin su nariz ni sus orejas, lucha por tener una nueva vida en Estados Unidos. A los pocos meses de recibir asilo político en el país, su rostro volvió a lucir normal gracias a una prótesis nasal. Sin embargo, ahora, espera una operación que le otorgue una solución definitiva.
Aisha conmocionó al mundo en 2010, a la edad de 18 años, cuando posó para la revista para que “el mundo vea el efecto que el resurgimiento de los talibanes podía tener en las mujeres de Afganistán”.
Es que el régimen talibán había decretado que le corten las orejas y la nariz, después de que la joven intentara escapar de su casa, donde era maltratada.
Cuando Aisha apenas tenía 12 años, su padre la prometió en matrimonio para pagar una deuda, y así la joven fue entregada a la familia de un combatiente, lugar en que recibió abusos y fue obligada a dormir en el establo de los animales. Su aparición en la tapa de Time, en julio de 2010, reavivó el debate sobre el fundamentalismo.
Dos años después, espera dejar a un lado los fantasmas. Ahora vive en la ciudad de Frederick, en Maryland, en la casa de dos parientes de uno de los directivos de la ONG que la rescató de Afganistán.
Pero también está por dar un importante paso. Ni bien llegó al país, un centro sin fines de lucro le proporcionó una prótesis nasal. Hoy, el doctor Peter Grossman, que preside esa organización en California, dijo estar en espera de una “solución permanente”, es decir, la reconstrucción definitiva de la nariz y las orejas, con huesos, tejidos y cartílagos que serán extraídos de su propio cuerpo.
Para prepararse, la joven está siendo atendida diariamente por un equipo de médicos y un psicólogo. Así buscan manejar la cuestión de salud y la futura operación así como también tratar el estrés post-traumático causado por la situación que debió atravesar en su país de origen.
