Poco después de que se conociera una nueva condena que engrosa los más de cien años de prisión acumulados por el líder de Los Monos Ariel Guille Cantero, el viernes pasado balearon desde una moto la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en Rosario, en Lamadrid al 400, y dejaron un escrito amenazante sobre un cartón. Un ataque parecido, como «mojada de oreja» a las fuerzas de seguridad, había ocurrido en febrero. Este miércoles, al cabo de la pesquisa del último atentado, personal policial detuvo al principal sospechoso, un joven con frondoso prontuario que, además, está en la mira como presunto autor del crimen de Laureano Gabriel Cardozo, perpetrado en Flamarión y Lamadrid una semana exacta antes de la balacera contra la sede oficial
En la saga posterior de nueve allanamientos a domicilios vinculados familiar y delictivamente al apresado, secuestraron estupefacientes, algunas motos, celulares y otros elementos relevantes para la investigación.
El caso por el ataque a la base de la AIC está a cargo del fiscal Matías Edery y la Agencia de Crimen Organizado y Delitos Complejos. Los operativos que terminaron en la detención y los secuestros fueron bajo las órdenes del director de Inteligencia Criminal Estratégica de la AIC, Damián Meza.
El detenido bajo sospecha de ser uno de los atacantes a la dependencia oficial fue identificado como Lautaro Román N., de 21 años y con un extenso prontuario delictivo pese a su corta edad. Lo atraparon en Chacabuco y pasaje Villar, en barrio Tablada. En noviembre de 2020 lo habían detenido por amenazas, al año siguiente, dos veces por encubrimiento agravado y portación ilegal de arma de guerra, y durante los dos últimos meses de 2022 otras dos por robo y encubrimiento. Antes de que cumpliera 18 años, ya había acumulado varios ingresos en la cárcel de menores.
Lautaro N. será indagado por el atentado contra la sede de la AIC y el posterior, pero el mismo día, al destacamento policial de Abanderado Grandoli y Guiraldes, conocido como el del Tanque. En ese hecho, un hombre que junto a otras personas estaba en la garita de la esquina a la espera espera de un colectivo, resultó alcanzado por uno de los proyectiles. En ambos casos, y según los testigos, los atacantes circulaban en una moto que presumen es la misma secuestrada en uno de los nueve allanamientos realizados este miércoles a domicilios vinculados con el detenido.
El mismo joven, a la vez, está en la mira de los fiscales Edery y Schiappa Pietra por un resonante crimen que desató protestas por la inseguridad y reclamos de justicia de parte de familiares, vecinos y allegados de la víctima. El de Laureano Gabriel Cardozo, un joven de 24 años con una hija de meses que alrededor de las 21 del viernes 18 de agosto último fue alcanzado por las balas en el tórax y en su mano izquierda cuando paseaba a su perro en Flamarión y Lamadrid. Lo llevaron aún con vida al hospital de emergencias Heca, pero los médicos nada pudieron hacer ante la gravedad de sus heridas y falleció poco después.
En ese caso, los primeros indicios señalaron a por lo menos dos agresores en un auto los que dispararon «al voleo» en la zona y en esa acción apagaron la vida de Cardozo. Uno de los sospechosos es, precisamente, Lautaro N., quien en redes sociales se jactaba de posar con armas y de afirmar que su novia es «una Glock», por la conocida marca de pistolas automáticas.
