Gabi Jones debe ser la envidia de muchas mujeres alrededor del mundo: su cuerpo posee un bio mecanismo que le permite sentir orgasmos a la hora de ingerir cualquier alimento.
Ella es estadounidense, tiene 25 años pero lleva cerca de 15 experimentando su extraña y placentera condición. La descubrió un día que comía helado, al sentir la cremosa textura de la bocha de chocolate, un cosquilleo invadió su zona genital. “La sensación se propagó por todo mi cuerpo y pronto me ruboricé”.
Los doctores, tras varios estudios y valoraciones, concluyeron que la joven tiene un Desorden de Excitación Genital Persistente, que la lleva a experimentar orgasmos sin ningún tipo de estimulación en el área genital.
Tras conocer el funcionamiento de su enfermedad, Jones adquirió su propia máquina de helados para disfrutar en soledad al comer. Sin embargo, el helado no sólo le ha traído experiencias orgásmicas, sino un aumento de casi 100 kilos: ya que actualmente pesa 185.
De todas formas, a la joven parece no importarle mucho su sobrepeso, ya que ella, a diferencia de las esbeltas mujeres con pareja, sólo tiene que comenzar a lamer su helado para comenzar a sentir lo que algunas jamás han experimentado.