El actor Juan Grandinetti protagoniza Ni héroe ni traidor, del realizador Nicolás Savignone, que se conocerá este jueves en los complejos de cine locales, una película en la que interpreta a un joven músico al que le cae la citación para combatir en la Guerra de Malvinas en 1982 y que se debate entre la obligación patriótica o perseguir sus sueños lejos de su país y de su familia.
“Creo que el patriotismo es peligroso ya que bajo ese concepto se pueden justificar muchas cosas. Me gusta verlo como un lugar de pertenencia”, dijo el joven actor, con un importante recorrido en el teatro porteño, quien además es hijo del experimentado Darío Grandinetti.
Matías (Grandinetti) es un joven que acaba de terminar el servicio militar y que sueña con viajar a España para estudiar música en el conservatorio. Sus días transitan entre jugar al fútbol con amigos, sus prácticas de bajo y pasar el rato con su novia, a quien intenta convencer de viajar al Viejo Continente una vez que él esté instalado allí. Como fin de semana de despedida, se va de caza con tres amigos y el padre de uno de ellos es miembro de las Fuerzas Armadas.
Mientras el grupo se encuentra en el monte, llega a su casa la cédula militar que lo destina a combatir en la guerra que comenzó en abril de 1982 contra Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas.
“Al leer el guion, mi interés fue inmediato. Tanto por el tema tratado como por el enfoque”, comentó el actor en una entrevista con la agencia de noticias Télam.
Lejos de juzgar, la cámara de Savignone se posiciona de un lado y de otro de la elección. De este modo, sobre la pantalla pone ambas posiciones: la de quienes creen que debe ir a luchar contra el imperialismo y la de los que le dicen que la vida es más importante, sobre todo porque quien lo manda a luchar es un gobierno de facto, como el que gobernaba el país en aquellos años, hasta la vuelta de la democracia en 1983.
“Creo que ningún momento es bueno para recibir esa noticia y mucho menos esa etapa de la vida en la que uno está lleno de contradicciones y de deseos. Con todo ese mundo, mi personaje enfrenta esta realidad que lo hace replantearse muchas cosas”, dijo el actor.
Pero no sólo el personaje de Grandinetti se replantea cosas. Su padre, personaje que lleva adelante el actor, director y dramaturgo Rafael Spregelburg, también se debate entre la rigidez y la obligación de que su hijo trabaje en el astillero y deje de lado su “musiquita” y el deseo de que sea feliz y no ponga en riesgo su vida.
“He tenido referencias acerca de Malvinas. Sobre cómo un tema político y una disputa de poder devinieron en un acontecimiento terrible que atravesó y desarmo muchas familias y al país entero”, sostuvo Grandinetti, que con sus 29 años no había nacido cuando se vivió el conflicto y que, gracias a eso, en sus palabras, nunca se planteó internamente cómo sería su reacción si lo convocaran para luchar en una guerra semejante.
“Tengo la suerte de haber nacido y de crecer en una realidad y un contexto en los que esa posibilidad pareciera no existir”, explicó el actor, que hoy se encuentra radicado en España y filma Competencia oficial, la nueva película dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat, que de este modo reposicionan sus carreras internacionales, dado que el film está protagonizado por Antonio Banderas y Penélope Cruz.
Respecto de si siente que sirve de algo ser héroe o traidor o son sólo etiquetas a lo largo de la vida, el actor evaluó: “Es verdad que socialmente hay una concepción y construcción sobre lo que es ser un héroe o ser un traidor. Y si sirve o no, creo que lo interesante, más allá de una o de la otra cuestión, es descubrir o saber qué los mueve a desempeñarse de esa manera. Títulos o rótulos es muy fácil poner, más hoy en día. El peligro es quedarse con eso y no profundizar o interesarse en lo que genera ese accionar”.
El personaje que interpreta Grandinetti desea irse a vivir a España, algo que el actor concretó en su vida real y que recomienda, sobre todo por la instancia del viaje. “Recomendaría que aprovechen y viajen todo lo que puedan. Probablemente el hecho de estar instalado en España haga más difícil el poder trabajar en Argentina. Pero estoy más ocupado en las puertas que se puedan abrir acá (España) que en las que se puedan cerrar verdaderamente allá”, concluyó el actor.