Tras una entrevista brindada al prestigioso diario Midi Olimpique de Francia, se hizo público que Juan Martín Hernández decidió colgar los botines a los 35 años, tras lesionarse el pasado sábado 17 de marzo jugando para Jaguares ante Reds. Se especulaba que este martes se iba a realizar algún tipo de anuncio, pero luego se confirmó para hoy a las 10 una conferencia de prensa.
“Hace dos semanas, durante un juego contra los Reds en Buenos Aires, me lesioné la rodilla derecha, la que ya me había operado dos veces. Los ligamentos cruzados no se vieron afectados, pero el dolor es fuerte y la exigencia del Súper Rugby no me permite competir así. Entonces decidí detener el rugby. Eso es todo, se acabó…”, expresó Hernández a Midi Olimpique anticipando el cierre de una carrera gloriosa.
Además agregó: “Me voy a tomar seis meses para mí y mis hijos. Seré un hombre de familia tranquilo, llevaré a los chicos a la escuela por la mañana y los traeré a la tarde. Ayer, discutí todo esto con Mario Ledesma y José Santamarina (manager de Jaguares). ¿Seré entrenador? ¿Dirigente? No lo sé. Cero presión. Pero si en un año echo de menos el rugby, puedo preguntarles si puedo ser útil de una forma u otra para el equipo argentino, los Pumitas y otros. Veremos”.
Hernández deslumbró desde temprana edad con sus destrezas deportivas, su tío Patricio Hernández quería que jugara al fútbol, pero se inclinó por el rugby. De Deportiva Francesa pegó el saltó a Pumitas a comienzos de la década del 2000, cuando asumió Marcelo Loffreda en Los Pumas lo sumó al plantel que jugaría el Mundial de 2003 en Australia.
Primero jugó como fullback, pero su puesto natural era de apertura, y con la camiseta número 10 deslumbraría al mundo ovalado en Francia 2007.
Después diferentes lesiones no le permitieron volver al nivel de ese año, tan solo quedaron algunos destellos de la magia de Juan Martín Hernández, uno de los más virtuosos jugadores que dio el rugby argentino.