Política

Entrevista

Juan Pablo Casiello presenta su libro “Amsafé Rosario recuperada. 20 años de luchas y desafíos”

Antes de su presentación, este viernes (28 de junio), a las 18, en Amsafé Rosario (Catamarca 2330), el dirigente docente dialogó con El Ciudadano


“El 2004 fue un punto de inflexión en la vida de la docencia rosarina y, no tengo dudas, de la Amsafé toda. Más aún, sin soberbia podemos decir que todo el amplio frente de trabajadores estatales santafesinos de alguna manera se sacudió e inició una nueva etapa”, inicia su libro Amsafé Rosario recuperada. 20 años de luchas y desafíos, Juan Pablo Casiello actual secretario general de ese gremio de docentes de Rosario. A veinte años del triunfo de la Lista Violeta que unificó a distintos grupos sindicales de izquierda y que aún dirige ese gremio, Casiello presenta este texto que recopila y reflexiona en primera persona los desafíos, diferentes escenarios y conflictos que atravesó el conjunto de maestras y maestras en nuestra ciudad y sus representantes. Antes de su presentación, este viernes (28 de junio), a las 18, en Amsafé Rosario (Catamarca 2330), el dirigente docente dialogó con El Ciudadano.

—¿Qué significó el triunfo del 2004 para ustedes?

Fue un momento muy importante porque significó un cambio y una nueva etapa en el interior del gremio que, sin dudas, sintonizaba con la etapa que atravesaba el país desde el 2001 y las transformaciones que se fueron generando. En ese momento había un sindicato muy vaciado con una crisis grande de la conducción anterior. Casi no había iniciativas. El movimiento se empezaba a desarrollar y Amsafé Rosario de esa época estaba muy lejos de eso. Entonces fue la posibilidad de dinamizar el gremio de una forma muy notable abriendo la participación, recuperando el terreno de la lucha en Amsafé Rosario y, no tengo dudas, marcó a toda Amsafé provincial.

—¿Qué balance hacen de la dirección de Amsafé Rosario a veinte años?

Veinte años son muchos y pasaron un montón de cosas. Estoy convencido de que la producción del libro tiene que ver con eso porque es una experiencia muy valiosa y hay mucho para recuperar de ahí. Más allá, por supuesto, de errores, de divisiones, etc. Pero haber sostenido a Amsafé Rosario de una forma independiente de la conducción provincial, de la Ctera, es un logro fuerte y de esa manera pudimos garantizar un nivel de debate, de lucha, de participación del conjunto de Amsafé que no hubiera sido posible si no estábamos desde este sector alternativo dirigiendo la seccional Rosario que es una de las más importantes de la provincia de Santa Fe con un cuarto del padrón de afiliados. También por su historia y por su presente, es una de las seccionales más dinámicas y es una referencia de la docencia provincial y nacional. Al mismo tiempo, compromete a Amsafé provincial a cumplir un rol protagónico en todas las luchas sociales del propio departamento Rosario y de toda Santa Fe.

—¿Qué elementos positivos y negativos encuentran?

Entre lo más positivo en estos veinte años, siento que fuimos el motor de la dinámica de lucha y de reivindicaciones que acompañó el cambio de etapa en los primeros años desde 2004. Supimos ver mucho antes que la dirección provincial que se había iniciado una etapa distinta, que había que estar en la calle, que había que recuperar la lucha, el paro que en los 90 se había perdido. Y a partir de esa dinámica y asumiendo un lugar de iniciador, de motor de las luchas en la provincia, pudimos recuperar el poder adquisitivo del salario, que éste mejorara, que se eliminaran las cifras que antes se pagaban en negro y que fueran remunerativas, logramos mejorar sustancialmente el régimen jubilatorio, pusimos en el centro la discusión de las condiciones laborales, pudimos avanzar en un proyecto de titularizaciones. Eso, por

supuesto que fueron en todos los casos luchas provinciales, pero, sin dudas, el motor de esas luchas las dimos desde la Seccional Rosario. También hay que valorar una cantidad de iniciativas que tuvimos y que tienen que ver con cuestiones que no son las más estrictamente sindicales, por decirlo así. Las dinámicas de lucha por la cuestión de género con las compañeras, pusimos en el centro de atención a las cuestiones ambientales, la situación crítica de la violencia que atraviesa la ciudad, todas esas iniciativas merecieron un esfuerzo por parte de este gremio.

En lo negativo, muchas cosas hicimos mal y varias veces algunas iniciativas terminaban vaciándose, no las pudimos continuar. También la forma en que dimos algunas discusiones o divisiones internas.

—¿Cuáles son los desafíos del presente y del futuro para el gremio docente?

El desafío es particular y difícil. Estamos en una etapa diferente, pero supimos llegar hasta acá con una etapa de ascensos y recuperación de derechos. Ahora nos toca una etapa diametralmente opuesta. Por eso, el desafío hoy es relanzar la apuesta que hacemos como Amsafé Rosario sosteniendo la independencia, la combatividad y la democracia interna en una situación absolutamente desfavorable. Cómo logramos adecuarnos esa situación y lograr que el sindicato siga siendo la herramienta que la docencia necesita. No viene resultando fácil porque los gobiernos nacional y provincial vienen avanzando y el desafío es encontrarle la vuelta, en fortalecer la resistencia, a avanzar en unidad, a legitimarnos cada día más en cada escuela para frenarles la mano y recuperar derechos.

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