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Juan Pablo Geretto: “No siento que vuelvo a Rosario porque es un lugar del que nunca me fui”

El actor regresa a la ciudad para presentar de jueves a domingo en el Teatro Astengo “Maestra Normal”, el unipersonal en el que repasa el imaginario que ronda a la educación pública argentina, en un tiempo donde defenderla es parte del clima de época


Una maestra, hija y madre de la educación pública, vuelve en un momento clave de la historia argentina para recordar, en medio del humor y la nostalgia, algunas cosas importantes. La Maestra Normal, el inmanente personaje con destino de clásico surgido, entre otros, hace ya muchos años (poco más de un cuarto de siglo) en el contexto del unipersonal Solo como una perra, trae de regreso al actor Juan Pablo Geretto a la ciudad donde recibió los primeros aplausos, a esa misma que, tras su consagración, lo hizo profeta en su tierra llenado los teatros por varias temporadas.

Multipremiado y aplaudido en todo el país, Geretto se despidió de La Maestra hace años. En todo este tiempo siguió brillando como actor con otros proyectos, se corrió de sus lugares de comodidad y probó otras cosas, incluso otros trabajos, porque siempre dice que no extraña la actuación, pero siempre muy consciente respecto de cuál es la responsabilidad de un artista cuando pisa un escenario y hasta dónde un discurso puede volverse un arma potente, dolorosa pero transformadora como en este caso, donde la bajada de línea es evidente más allá de las metáforas.

Pasaron unos cuantos años más y el artista, oriundo de Gálvez, necesitó recuperar a la singular docente argentina a través de su unipersonal Maestra Normal  que, según dijo alguna vez, “de todos los personajes de aquella época, es el que estaba destinado a seguir”, algo que confirma con este nuevo regreso con el que recorre el país.

Ahora, aquella maestra que Geretto recreaba con los recortes de una infancia lejana, en parte, quedó relegada por la profundidad de un recorrido por los vericuetos de la historia de la educación pública argentina, acaso el sentido que reposiciona a un personaje cuyo tránsito fue vasto y provechoso, y disparó risas y aplausos por miles, algo que seguramente volverá a suceder desde este jueves al domingo en el Teatro Astengo, donde por el momento ofrecerá cuatro funciones.

La “excusa” es conocida. La Maestra irrumpe con su discurso en medio de un típico acto escolar para inaugurar el tan ansiado patio techado, hasta llegar a tocar una fibra en la que ella será todas las maestras, incluso con esos hallazgos en la platea de esos otros profesores o alumnos que fueron al “acto” y que activan la memoria de cada espectador en aquél recorrido o etapa  trascendental de la vida. 

“Terminamos con Exit en Buenos Aires (obra del autor catalán Agustí Franch que protagonizó junto a Nancy Dupláa y Fer Metilli), me vuelvo a subir al caballo de La Maestra  y estoy contentísimo, porque hacía unos años que no la hacía y hay cosas que han cambiado. Volver con La Maestra desde esta edad implicó volver a mirar el material, pero esta vez de otra manera. Uno va cambiando y el material va cambiando también a partir del paso del tiempo; cumplí 50 años, veo las cosas de otra forma, y me estoy divirtiendo mucho con volver a hacerla”, contó Geretto que a través de Maestra Normal ofrece un atinado repaso por la historia de la educación pública que, con aciertos y errores, edificó los cimientos de este país.

Y sobre Exit, uno de los recientes éxitos de la cartelera porteña, destacó: “Es una obra que tuvo mucho público y que acaba de bajar, muy de este tiempo, porque habla del capitalismo salvaje y de una decisión que está en manos de alguien que está subcalificado para el cargo que ocupa y debe despedir a uno de dos empleados; hay una serie de enredos que se crean a través de esa situación. Es una obra hilarante porque la encaramos de esta manera, el autor que es catalán estaba muy contento con el resultado porque no imaginaba la obra en ese tono, más allá de que como es un tema que se nos vuelve muy cercano le agregamos cosas propias de las que nos pasan en la Argentina”.

Vigencia y resignificación

Respecto de los cambios de perspectiva, el paso del tiempo y la resignificación del material que encierra Maestra Normal frente a los embates del actual gobierno libertario en relación con la educación pública, Geretto planteó: “Los 50 son una bisagra, porque es una edad en la que uno pone en perspectiva un montón de cosas. Tomás conciencia del lugar en el que estás, al lugar al que llegaste. Y al mismo tiempo, volvés a pensar adónde querés ir de allí en más y qué tenés que hacer para lograrlo, más allá de que no cambiaría mis 50 por mis 30 bajo ningún punto de vista. Lo importante es que en este repaso descubrí que el texto está bueno, que me gusta mucho; me descubro yo en otro momento de mi vida en muchas cosas que no me acordaba que había escrito. De hecho, no puedo creer haber escrito semejantes barbaridades en algún momento, y todo eso me divierte mucho (risas). Y después, en cuanto a la resignificación de lo que sucede, ahí estamos un poquito más complicados porque los problemas de la educación no sólo no se solucionaron sino que se profundizaron”.

Con relación a esta variable que es transversal a una propuesta en la que se tocan temas vinculados a la educación y la relación entre padres, alumnos y pares, donde el humor y el amor se combinan para realizar una cálida devolución a quienes guiaron aquellos primeros pasos dentro del sistema educativo, evaluó: “Lamentablemente, el texto sigue teniendo vigencia; lo revise bastante, minuciosamente, y no hay que cambiarle nada, porque todos los problemas que desde el humor planteaba hace años son traspolables a los problemas de hoy. Hay cosas que hay que volver a decir: me parece que durante todos estos años que fui haciendo el espectáculo y que todo, de algún modo, se fue afinando medio en vivo, el personaje empezó a tomar el tono de la voz del sistema educativo más que la voz de una maestra. Siento que en ella están en cierta forma todos aquellos que están dentro del sistema, porque la maestra es maestra y al mismo tiempo es alumno”.

Y profundizó: “Hay una serie de problemáticas que tienen que ver con la educación, en esa relación maestra-alumno que yo las fui entendiendo y aprendiendo de grande; se repite un poco esto de que cuando alguien tiene hijos recién entiende a sus padres. Medio en esa forma de pensamiento, yo también empecé a entender qué le pasaba a esas mujeres que estaban ahí, adelante mío, cuando yo lo único que quería hacer era jugar y ellas me decían «quedate quieto», algo que sucedía y que era totalmente antinatural. Con el tiempo también comprendí lo que les pasó a ellas y siempre tuve una mirada bastante componedora en ese sentido, siempre vi a esas mujeres con cierta piedad”.

Cambios y retrocesos

El actor también habló acerca de los cambios vertiginosos que en los últimos tiempos modificaron y al mismo tiempo cambiaron el sentido de la educación más clásica o tradicional: “También es un tema que aparece, es esta idea de que la tecnología avanza y te separa de los chicos; la maestra dice en un momento que la tecnología la separa de lo único que le queda. «Siento que lo único que me queda en el colegio se va y yo no lo puedo alcanzar», sostiene y esto es algo que ya pasó no que va a pasar. Lo que no cambia, y me parece que es por lo que permanece el personaje, es el modo de vincularnos, después no importa el dispositivo. Lo que no siento que haya cambiado es el vínculo: es sostener esta idea de que el alumno es un individuo, de que no tenga que rendir para la industria, de que no tenga que ser una vasija vacía para aportarle cosas, sino que es un vínculo que se puede retroalimentar. Me parece que lo importante pasa por ver qué sueños tiene cada uno. La tarea de una maestra debería ser, ante todo, la de poder acercarles a sus alumnos eso que necesitan, ayudarlos, y si no es tan bueno en matemáticas darle una mano y ser un poco indulgente, porque seguro que es bueno en otra cosa. Una maestra debería ayudar a cada uno más en lo que le gusta que en lo que no, incentivar el deseo, lo que esos chicos quieren o necesitan; esa debería ser la tarea a realizar”.

Y desde el campo de lo personal, y de volver con un personaje al que en apariencia ya había “soltado”, evocó: “Para mí, toda la primaria y la secundaria fueron algo insoportable, básicamente porque no hablaban de nada que me interesara. Me dejaban muy afuera y me hacían sentir muy tonto, y yo sabía que no era tonto, pero me costaba creer que no lo era sólo porque no tenía ganas de aprender algo sobre lo cual no podía poner el foco. Tampoco tuve la inteligencia en esos tiempos de hacerlo igual y de sacarme eso de encima; siempre fui bastante resistente a no hacer lo que no me gusta; de hecho no lo puedo hacer, no sé, es algo que me hubiese encantado superar, sacármelo de encima de una buena vez. Pero por supuesto que después el sentido del humor de Dios es tremendo y yo termino haciendo La Maestra toda la vida (risas). Hablando del tema por el cual me resistí todo este tiempo, porque  si hay algo que cansa en la vida es resistirse, o quizás la vida me pone enfrente a este personaje para que lo piense todos los días (risas)”.

Finalmente, el artista, que volvió al país después de algún tiempo de vivir en España, habló de lo que implica este regreso a Rosario, la ciudad que lo vio nacer como actor: “La verdad es que cada vez que regreso a los lugares donde he vivido, donde he estado mucho tiempo, donde he formado vínculos y donde lo pasé bien, me parece que no me fui; cada vez que vuelvo a Rosario siento que nunca me fui del todo, porque al minuto hay algo que se acomoda. Seguramente tiene que ver con que tengo como una especie de sobreadaptación a todo, igual después lo pago (risas). Pero enseguida me vuelvo a acomodar y creo que también debe ser por eso que no extraño, que cuando me voy de los lugares no extraño; me acostumbro a estar un poco conmigo siempre. Es como si una parte de mi estructura fuera rosarina, entonces cuando vuelvo nunca es un lugar ajeno, no puedo ver a Rosario como algo a la distancia. Volver me resulta una palabra que me lleva a preguntarme «volver adónde» si es un lugar del que nunca me fui”.

Para agendar

Juan Pablo Geretto regresa a Rosario con Maestra normal para presentarse desde este jueves 26 al domingo 29 en el Teatro Astengo (Mitre 754), con funciones previstas para el jueves 26 y viernes 27 a las 21, y el sábado 28 y domingo 29, a las 20. Las entradas se encuentran disponibles en la boletería del teatro en horarios habituales o a través del sistema de venta online https://www.tuentrada.com/eventos/detalle/Astengo-MestraNormal/931168161082

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