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Juanjo Piedrabuena, el concejal que tuvo que dar explicaciones por su actuación en boda de Ibarlucea

El cantante de cumbia, que también es edil, fue uno de los números en la fiesta de los novios Pinky Rocha y Brisa, al cabo de la cual masacraron a una pareja y a su beba. ¿Qué íbamos a saber que ocurriría esta desgracia?, dijo el ex Grupo Alegría interpelado sobre el porqué de su presencia

En las últimas horas Juanjo Piedrabuena no para de dar explicaciones. El cantante de cumbia romántica, que es concejal de la ciudad de Santa Fe desde 2021, fue uno de los números artísticos que actuó en el casamiento de Ibarlucea el viernes pasado, fiesta que culminó con un triple crimen con móvil narco. De los avances de esa investigación poco se conoce. “Simplemente se me contrató como me contratan todos los fines de semana para que ofrezca un show. Llegamos, armamos todo, tocamos, terminamos, nos pagaron y nos fuimos”, manifestó el edil capitalino sobre el show que brindó para los novios prófugos Esteban “Pinky” Rocha y Brisa Leguizamón, ambos con pedido de captura en la Justicia Federal, que los tiene procesados por tráfico de estupefacientes.

Piedrabuena posee una carrera prolífica en el ambiente de la cumbia santafesina. Entre 2006 y 2008 fue la voz del Grupo Alegría, mítica agrupación en la que supo militar otro referente de la música tropical, Sergio Torres, quien mantiene una amistad con el clan Cantero y también fue uno de los números de la boda.

La foto de una invitada al casamiento en Campos de Ibarlucea donde se etiquetó a Piedrabuena en Instagram motivó una interpelación al concejal de Unión Federal, espacio cercano al oficialismo.

Al conocerse su participación aclaró que fue contratado como artista. “Yo tenía la gira programada para Rosario. La fiesta justo quedaba ahí cerca. Entonces el muchacho que contrató a mi productor para que toque mi banda pidió un presupuesto y así fue como llegamos, «sin querer queriendo» a esta fiesta”, dijo el edil a El Litoral.

Piedrabuena juró y perjuró que no conocía a los novios Rocha y Leguizamón: “Ni a la gente que estaba ahí. Me pidieron fotos y me las saqué, como lo hago siempre a donde voy. Porque yo como gracias a la gente. No me puedo dar el lujo de decirles «no me saco esta foto», porque como gracias a ellos”.

El músico de la movida tropical explicó que al llegar al lugar les «llamó la atención la seguridad que había” y dijo que no vio “los autos de alta gama que después pasaron por la televisión”.

En diálogo con El Litoral, Piedrabuena consideró que saber de antemano quién contrata su show “es difícil”. Y confesó que por su rol en la política “se me piden explicaciones y las tengo que dar. Es mi obligación”.

Y adelantó que su representante Marcos Alberto Couri no estaba al tanto del ambiente que caracterizó a la denominada boda narco al cabo de la cual fueron acribillados Maximiliano Giménez, Érica Romero y su hijita de poco más de un año, Elena.

“No los conocía –aseguró Piedrabuena–, si no (el productor) no nos mandaba. ¿Qué íbamos a saber que ocurriría esta desgracia? Yo recién me enteré cuando estábamos por (la zona del club) Unión, que es a donde bajaron los chicos (músicos)”.

El casamiento se celebró el viernes por la noche en el salón de eventos Campos de Ibarlucea, distante 10 kilómetros al noroeste de Rosario.

Al finaliza la boda alrededor de las 4 del sábado, y mientras regresaban a su casa, fueron atacados a tiros mientras circulaban en un Audi TT, Giménez, Erica Romero y la hija de ambos, de un año y medio de edad. Los homicidas se movilizaban en una 4X4 y nada se sabe de ellos.

Giménez y la beba murieron antes de que fueran trasladados por otros asistentes al casamiento al Hospital Eva Perón, mientras que –por lo que declararon hasta el momento algunos testigos– Romero quedó en vehículo baleado, que apareció más tarde en un camino rural cercano incendiado y con el cuerpo de la mujer calcinado en el interior.

Familia asesinada después de una fiesta: fiscal develó qué pasó con la mujer y confirma móvil narco

El fiscal Gastón Ávila, que investiga el triple crimen en un contexto de disputa narco, reveló al lunes siguiente que un joven de 19 años declaró que se subió al Audi TT con “la mujer muerta” para llevar a un lugar de atención, pero estaba ebrio, confundió el camino y se asustó al ver una patrulla policial, por lo que decidió incendiar el automotor con Romero adentro en un camino rural de Ibarlucea. El auto fue hallado una hora más tarde por personal policial.

Tras conocerse el triple crimen, desde la Justicia federal trascendió que la pareja asesinada también era investigada por su vínculo con el mundo del narcomenudeo en la región, aunque las víctimas fatales no tenía ninguna acusación formal en su contra tanto en el fuero federal como en el provincial.

Según esta versión, a los pesquisas le llamó la atención el crecimiento económico de Giménez y su pareja, que habrían estado vinculados con la banda de Esteban Alvarado, hasta que “perdió” una carga de 200 kilos de marihuana.

Esos voceros agregaron que Giménez habría tendido puentes con el principal enemigo de Alvarado, el jefe de Los Monos Ariel “Guille” Cantero, para quien se encargaría de lavar recursos originados en actividades ilícitas, de acuerdo a lo afirmado también por el diputado provincial santafesino Carlos Del Frade.

En ese contexto, la participación del concejal Piedrabuena en la “boda narco” provocó repercusiones políticas.

El diputado provincial de la UCR Juan Cruz Cándido sostuvo que “si el concejal Piedrabuena estuvo como ‘artista’, sería saludable para la investigación que se presente a la Justicia”.

Para el legislador radical, el concejal debería “informar quién lo contrató, quién le pagó, de qué manera y que presente documentación”.

En cuanto a los novios, ambos están a un paso del juicio oral como integrantes de una organización comandada por la célebre Olga “Tata” Medina, que está condenada a 4 años y 6 meses de prisión por otra causa por comercio de drogas. El defensor de la mujer, Martín Frassi, dijo que el próximo 14 de febrero tiene fecha de inicio el debate en la Justicia federal que los sentará en el banquillo de los acusados. La mujer contaba con un arresto domiciliario: el beneficio se le otorgó porque es madre de dos niños pequeños. Fijó domicilio en una vivienda ubicada en Rueda al 200 bis, donde debía estar la noche del casamiento. Mientras que Pinky, su pareja, se encuentra excarcelado tras un fallo de la Cámara de Casación de la Nación. Como lo llamaron a comparecer y no se presentó, la Justicia federal también le dictó la captura por considerarlo en rebeldía.

El abogado explicó que su clienta le había informado que se iba a casar en enero por lo que le solicitó la documentación para pedir la autorización en el fuero federal, pero esos documentos llegaron tarde e inició la feria, por lo que no pudieron terminar el trámite. Así, corroboró que no contaba con autorización para salir de su lugar de detención domiciliaria.

Tras el triple crimen que diezmó a la familia, la Justicia federal revocó el arresto domiciliario y le dictaron un pedido de captura. El letrado contó que presentó un recurso de apelación del que esperan resolución. Dijo que se encuentra en comunicación con su clienta porque la idea es que se presente y, por una cuestión estratégica, están esperando la resolución de Casación.

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