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Juego de Tronos: historias que cerrar en la noche previa a la gran batalla

El inicio de última campaña de la serie que más fanatismo generó en el último tiempo tenía cabos para atar y decidió resolverlos todos (o su mayoría) en los dos primeros capítulos

Evidentemente la ansiedad por ver el inicio de la batalla de los vivos contra el ejército del Rey de la noche carcome a la inmensa mayoría de los fanáticos de Game of Thrones, sobre todo en estas temporadas en la que no hay libros que respetar ni guiones que adaptar. Pero claro, el inicio de última campaña de la serie que más fanatismo generó en el último tiempo tenía cabos para atar y decidió resolverlos todos (o su mayoría) en los dos primeros capítulos. La vida no suele ser así, los libros tampoco. La TV lo necesita y habrá que aceptarlo con la promesa de que los cuatro capítulos que quedan (o al menos eso se anunció) serán a pura batalla contra los muertos y, tal vez, si alguien sobrevive, para saber qué ocurrirá con Cersei, que se tomó el finde libre y no dio señales en este capítulo.

Si no lo viste, no sigas, porque todo lo que viene es un enorme spoiler.

Mientras Invernalia se prepara para la batalla, forjando armas y retratando historias de “gente común”, para los protagonistas fue el momento de charlas, tratar de cerrar heridas y resignarse a morir con las cuentas saldadas. Claro que no todas terminan bien, en general por la marcada obsesión que tiene Daenerys por adueñarse del Trono de Hierro. Parecía que las diferencias con Sansa se terminaban de una vez por todas, incluso después de que esta perdonara a Jamie Lannister por sus pecados (Bran colaboró al no contar el intento de asesinato), pero en definitiva apenas Sansa le preguntó a “Danny” qué pasará con el Norte se terminó la tregua entre dos de las mujeres más importantes de la serie.

Todavía más claro quedó cuando Jon le confesó que es su sobrino Aegon, porque Daenerys no se estremeció por la relación que están sosteniendo sino porque el ex bastardo Stark es ahora el primero en la línea de sucesión hacia la corona.

En cambio parece mucho más sencillo convencerla de que Tyrion será útil en el futuro como “mano” a pesar de sus recientes errores con Cersei.

Sin atisbos de dragones vivos ni muertos, los héroes y no tanto se acercan al fuego en la noche de vigilia rumbo a la batalla con el ejército de los muertos. Y aunque nadie parece querer, todos les dan al vino, o a lo que sea que toma el MataGigantes (innecesaria historia de los detalles con los que ganó su apodo).

En definitiva, para no cansar (el que la vio ya lo sabe y al que no, mejor dejarle algo), Jamie emociona a Brienne y a todos al nombrarla caballero, mientras que Arya concreta lo que se veía venir con Gendry. Situación apurada, pero comprensible ya que se supone que todos morirán. O al menos eso creen.

Con la llegada de Theon se terminan de concretar los planes para la pelea, mientras que Sam le dio a Ser Jorah la espada de acero de Valyrian de su padre muerto.

Y por fin, tras dos domingos de unir lo que estaba roto, de apurar historias que hubieran llevado páginas y páginas en los tomos de George Martin, el Rey de la Noche y su ejército se asoman a Invernalia para cerrar la noche y abrir la semana de espera hacia la batalla.