Finalizaron los Juegos Olímpicos de París 2024, con un desempeño irregular de la delegación argentina que sumó tres medallas, aunque hubo compatriotas que consiguieron otras preseas pero representando a otros país.
Argentina culminó con una presea de cada “color”: consiguió la medalla de oro gracias a Maligno Torres en BMX freestyle; la plata en Vela Nacra 17, y el bronce a través de Las Leonas.
Sin embargo, París 2024 no solo fue testigo del desempeño de nuestros atletas nacionales, sino también del brillo de argentinos que, por diversas razones, eligieron representar a otras banderas. Fueron cuatro figuras del deporte argentino dejaron su huella en estos Juegos Olímpicos, sumando medallas para selecciones extranjeras.
Juana Camilión, la marplatense que desde pequeña hizo de España su hogar, se colgó la medalla de plata en el 3×3 femenino. Su talento y experiencia fueron fundamentales para que la selección española alcanzara el podio en esta nueva disciplina olímpica.
Gonzalo Peillat, el ex jugador de Los Leones, también se quedó con la plata, pero esta vez vistiendo la camiseta alemana. Tras su salida de la selección argentina, el destacado jugador de hockey sobre césped encontró un nuevo hogar deportivo en Alemania, donde rápidamente se convirtió en una pieza clave.
El voley fue otro deporte en el que argentinos dejaron su huella. Javier Weber, histórico armador de la selección argentina y medallista de bronce en Seúl 1988, repitió el podio como asistente técnico de la selección estadounidense.
Por su parte, Julio Velasco, leyenda del voley mundial y ex entrenador de la selección argentina, se consagró campeón olímpico como director técnico de la selección femenina de Italia.
Estos cuatro casos muestran la globalización del deporte y la capacidad de los deportistas argentinos de destacar en cualquier rincón del mundo. Si bien su elección de representar a otras selecciones generó debates, sus logros son un testimonio de su talento y profesionalismo.
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