El hombre es empleado municipal en la Terminal de Ómnibus, trabajo por el que cobra 48 mil pesos que comenzaron a desaparecer por los débitos automáticos de capital e intereses de deudas que tuvo que tomar para hacer frente a la subsistencia de su familia: esposa y tres hijos. Le había pedido al Banco Municipal de Rosario, donde le depositan el salario en una cuenta sueldo, que cese con los descuentos porque lo poco que le quedaba no le permitía hacer frente a los gastos mínimos. Cumplieron su solicitud a medias, por lo que el trabajador recurrió a la Justicia, que finalmente le dio la razón y ordenó a la entidad financiera que cese de inmediato con esas detracciones.
El empleado cumple funciones administrativas en la Terminal Mariano Moreno. Con los 48 mil pesos que cobra tiene que afrontar el alquiler de la vivienda en la que vive con su esposa y sus tres hijos, dos de ellos menores. Su ingreso salarial es el único de la familia.
Los tiempos difíciles de la pandemia y la consecuente crisis económica, que agravó la que el país atraviesa desde antes, obligaron al empleado municipal a contraer deudas para atender necesidades básicas, como gastos de sus hijos y compras de mercaderías. Se fue atrasando en los pagos, y los elevados intereses hicieron que entrara en una cadena de deudas de la que no puede salir. Todo se le complicó con la situación creada por el virus del covid-19, y lo llevó a una situación crítica.
Las deudas terminaron por reducir dramáticamente su salario por detracciones a través de débitos automáticos en su cuenta sueldo. Si ya no le alcanzaba, ahora menos. El empleado intimó al Banco Municipal de Rosario a que revoque esos débitos. La institución cumplió con el pedido en forma parcial, sin una respuesta formal, por lo que el hombr decidió recurrir a la Justicia.
Solicitó el dictado de una medida cautelar innovativa a los fines de que de manera inmediata se haga cesar el daño actual y se ordene el cese de los débitos y descuentos que pesan sobre su sueldo. La jueza en lo civil y comercial de la 9º nominación, María Fabiana Genesio, consideró que no admitir el pedido comprometería la subsistencia y satisfacción de las necesidades del trabajador y las de su grupo familiar, en el que se encuentran dos hijos menores de edad.
La magistrada ordenó entonces el inmediato cese de los descuentos efectivizados a través de la modalidad de débito automático sobre la cuenta sueldo.
