Hannah Mouncey nació en Sidney, Australia, el 21 de octubre de 1989, con el nombre de Callum Mouncey. Hoy está ante la chance de quedar en la historia por establecer un hito único en la historia del handbol. Tras jugar el Mundial de España en 2013 para el equipo masculino, en 2019 jugaría la cita ecuménica en Japón, pero para el femenino.
Esto se debe a que en 2016 decidió cambiar definitivamente de sexo, y eso no le impidió continuar ejerciendo su pasión. Luego de disputar el clasificatorio a los Juegos Olímpicos en Qatar 2015, Callum se declaró pública y oficialmente como mujer, adoptando el nombre de Hannah.
A pesar de estar muy por debajo de los valores de testosterona fijados por el Comité Olímpico Internacional, Callum no se resigna. El COI exige en sus estamentos doce meses de terapia hormonal para que una mujer transgénero pueda disputar competiciones femeninas. Por eso, la solicitud de Hannah para ser admitida en el equipo de su país en octubre de 2016 fue denegada por la Federación Australiana ante el temor de ésta al no cumplir el tiempo exigido por el COI por apenas tres semanas.
“Había seguido jugando e ignorando mis problemas de género durante demasiado tiempo y, para decirlo sin rodeos, era un desastre. No me había enfrentado a ellos de la manera en que debería haberlo hecho, y me aterrorizaba lo que iba a suceder”, contó, quien debió ser hospitalizada por problemas psíquicos a fines de 2016. “No me di cuenta de lo mucho que necesitaba este deporte hasta que ya no estaba en él. Perderlo se sumó a lo que ya era un momento increíblemente inestable para mí. Y es por eso que volver a jugar a nivel internacional era algo tan importante, porque recuperé la estabilidad que necesitaba. Es, en muchos sentidos, la última pieza del rompecabezas para que las cosas volvieran a la normalidad”, agregó Callum.
Recién en abril de 2018 comenzó a entrenar con la selección femenina. Finalmente, la Federación Internacional le permitió disputar el Campeonato Asiático en Japón y así logro cumplir su sueño de volver a representar a Australia. Su debut no pudo ser mejor, ya que su selección terminó quinta y logró la clasificación histórica al Mundial. Hannah fue la jugadora más destacada de su equipo, convirtiendo 23 goles.
Ahora, la deportista transgénero se siente en paz consigo misma y repleta de ilusión, su lucha por volver a la élite como deportista tras su cambio de sexo, se ha convertido en todo un ejemplo. “He representado a los equipos masculino y femenino de Australia. Estoy muy orgullosa por lo que he pasado para llegar aquí”, finaliza la australiana.
Hannah Mouncey, la jugadora de handbol que cambió de género, pero no de pasión.