Con una fuerte custodia y con chaleco antibalas llegó este martes por la mañana Luis Alberto Paz al Centro de Justicia Penal. Lo bajaron de una tráfic en la vereda del edificio y lo ingresaron caminando por la bajada que da al subsuelo. De impecable camisa blanca y pantalones claros, el ex mánager de boxeo entró a la sala de audiencias. Miró fijo a los imputados, en especial el sector donde estaban sentados Guille y Monchi Cantero –también le dedicó una mirada a la ex cuñada de los anteriores, Lorena Verdún– y se sentó en medio de la sala frente al tribunal que lleva adelante el juicio a Los Monos por asociación ilícita, causa que se desprendió del crimen impune de su hijo Martín, alias Fantasma, en 2012. El fiscal empezó con el interrogatorio, que duró casi una hora. “Esperé cinco años este momento, perdí media vida ahí –en referencia a crimen de su hijo– y la otra media vida me voy a ocupar e intentar juntar pruebas para demostrar que mi hijo no le quedó debiendo un peso a nadie”, aseguró en referencia al presunto móvil de ese asesinato, atribuido sin pruebas al clan Cantero. “Lo mataron porque le debían a él”, dijo. Aseguró que el crimen fue un complot que “benefició a todos”. Cargó sobre todo las tintas en contra de Monchi Cantero y aseguró que la mitad de los homicidios en el departamento Rosario son responsabilidad de los acusados, en lo que pareció una referencia a 2013, cuando se llegó al récord de 264.
El hijo de Paz, Martín era cuñado de Claudio “Pájaro” Cantero. El 8 de septiembre de 2012 fue asesinado cuando circulaba en su cupé BMW valuada en 70 mil dólares en Entre Ríos y 27 de Febrero, muy cerca de su casa. Tenía 26 años y según dijo el sargento de la brigada de la División Judiciales Ariel Lotito lo mataron por una deuda , y el crimen estuvo ordenado por integrantes de la familia Cantero. Ayer su padre Luis Paz lo rectificó: dijo que Lotito se equivocó sólo en este dato, porque el prestamista era su hijo: “No le debía un peso a nadie”.
Martín vendía chanchos con su abuelo, lo que ganaba lo prestaba a cambio de intereses y con eso intereses compraba autos para vender, dijo Paz. “Martín se vinculaba con mucha gente”, añadió. Aseguró que al Pájaro –asesinado en 2013, caso en el cual Luis Paz debió prestar declaración informativa–, a sus hermanos y a todos los demás los conoció en boliches, pero a su cuñado, por el Pájaro, nunca le prestó plata.
Estimó que el crimen de su hijo “fue un complot: muchos se beneficiaron con su muerte”, aseguró. Martín le prestaba plata al grupo, incluido a Guille, quien le debía el pago de una chata VW Amarok cuando lo mataron, repitió Paz lo que había dicho (bajo sospecha leve por el crimen del Pájaro) ante la jueza Delia Paleari en abril pasado. Y aseguró que el 7 de septiembre de 2013 “mi hijo tenía firmado ya el homicidio cuando salió de (la disco) Yamper”, donde estuvo reunido con integrantes del clan Cantero.
En un primer momento el hombre no tenía datos de lo que pasó. Estaba en un casamiento cuando su hija le avisó del crimen y se fue al lugar. No sospechaba de nadie, pero aseguró que empezó a averiguar y lo que conseguía lo llevaba a Fiscalía, y por lo tanto no al juez instructor del caso, Juan Carlos Vienna, cuestionado por las defensas por su vínculo con Paz, con el que compartió dos viajes a los Estados Unidos.
Paz contó que su hijo salió después del mediodía del 8 de septiembre de 2012 de su departamento tras un llamado de Diego Cuello –el primer sospechoso en el caso–. Le iba a pagar los intereses de la deuda que mantenía con Martín, dijo. Al llegar a 27 de Febrero y Entre Ríos lo esperaba una moto y lo ejecutaron, describió. Agregó que no tiene pruebas, pero Cuello “está muy vinculado a ellos”, dijo en referencia a Los Monos.
Paz le había llamado la atención a su hijo por el BMW recién comprado, el mismo en que se movilizaba el día de su homicidio. “¿Qué necesidad tenés de comprar ese auto tan fastuoso?”. Y Martín le dijo: “Lo compré en 70 mil dólares y voy a ganar 30 mil. Se lo muestro a Guille porque no puede comprar ni un caramelo por derecha. No pueden justificar nada. Lo compro en 70 mil dólares y lo vendo en 100 mil dólares, dentro de 15 o 20 días, cuando me canse de usarlo”, le contestó.
Luego del asesinato su padre visitó a muchos de los deudores, ya que el muchacho tenía un cuaderno con anotaciones. Pero no le pagaron, aseguró. Le dijeron que habían saldado sus deudas entre el jueves y viernes previo a su asesinato. Incluso contó que algunos como Francisco Lapiana –sentado en el banquillo como integrante de la asociación ilícita– amenazaron con denunciarlo por amenazas si volvía. Respecto de este último dijo que le debía un millón y medio de pesos; cuando lo visitó le juró que sólo debía 19 mil. A lo que sumó que Lapiana habló con su hijo para que le pidiera al Pájaro Cantero un préstamo de dinero.
Monchi, el padrino
Paz citaba a los integrantes de la familia Cantero cómo “ellos” o “esta gente”, pero hizo hincapié en Monchi. “Pensaba elegir a Monchi como padrino de su hija; a los pocos días lo asesinaron. Miren qué traición”, exclamó. “Cuando lo oigo hablar que lo juzgan como a Robledo Puch, que le piden 41 años (de prisión), tiene que ponerse contento y tirar cuetes ¿Sabés por qué? Hay 200 homicidios en Rosario por año, no lo puedo probar, pero la mitad de esos homicidios pertenecen a esta gente. Tienen que estar contentos que sólo le pusieron 4 o 5 homicidios –los que se ventilan en este debate–, refirió. “Han matado a medio Rosario ¿O alguno tiene dudas que a Walter Cáceres lo mató esta gente”?, preguntó en referencia al adolescente asesinado en 2010 y en cuyo juicio cuatro integrantes de Los Monos, incluido el Pájaro, fueron absueltos.
Cuando Paz se retiró, Monchi pidió declarar: “No lo quise hacer antes para que no haya un encontronazo. Cuando él dice que yo soy el responsable, instigador o ideólogo de la muerte de su hijo, quiero dejarle claro que no tuve que ver con la muerte. Era mi amigo; hasta la noche anterior estuvimos juntos en el boliche”, aseguró.
Monchi habló de un testigo, amigo de la infancia de Paz, que declarará en el juicio, “con el que se mandaron un blooper y eso va a tener que contar”, dijo. Le pidió a Paz que traiga a la persona que le dio los datos, y que le den protección para que se sepa lo que pasó. “El día que se sepa eso, voy a tirar cuetes porque me va a tener que decir: «Disculpame, me equivoqué». Finalmente le aconsejo que no se deje llevar por comentarios de calle como en esta investigación”.
El vínculo policial
Luego de emitir una sonrisa, Paz hablo del vínculo policial con el grupo (hay trece uniformados entre los 25 encausados). “Gracias a Dios hay muchos que no son corruptos y otros le pasaban información y se amparaban en la Policía. Averiguando en la calle se sabe quién le daba información, quién lo protegía, quién le avisaba de un allanamiento, todo pero no tengo pruebas”.
Finalmente los defensores preguntaron, Paz giró su silla y los miró fijamente. Ello le valió la llamada de atención del juez Ismael Manfrín, quien le pidió que se ubicara mirando al tribunal. Le preguntaron sobre sus declaraciones en el caso. Dijo que todas fueron hechas en el juzgado. Le preguntaron si dijo que la familia Cantero no había tenido que ver en la muerte de su hijo. Si bien el empresario concedió, de inmediato agregó: “Tuvieron que ver pero no fueron los que directamente lo mataron”.
También le preguntaron si sabía que Cristian Romero, Luis Quevertoque y Lotito –integrantes de la División Judiciales– dijeron que el Fantasma estaba relacionado con el narcotráfico. Contestó que siguió las declaraciones por los medios. “En lo único que erró Lotito”, fue en que su hijo debía 10 millones de pesos a Los Monos. Finalmente, le dedicó un párrafo a los medios de comunicación: está averiguando lo que tienen algunos periodistas para iniciar acciones legales porque lo trataron, a él, de narcotraficante, advirtió.
En primera
Luis Paz además tiene una hija, Mercedes, que inició una relación amorosa con el Pájaro Cantero. Vínculo que el testigo dijo haber desaprobado desde el primer momento (allá por 2008); incluso fue uno de los motivos de la separación de su esposa, porque se lo ocultó, afirmó. “Estás en condiciones de jugar en primera. Estás soltera, no tenés hijos, estudiás abogacía. ¿Cómo te vas a meter con un tipo como éste?”, afirmó haberle dicho para luego advertirle de los problemas que podría tener por salir con Cantero.
A eso sumó Paz la mala relación de Cantero con su ex mujer, hoy sentada en el banquillo de los acusados. Al entrar Paz le dedicó una mirada y al salir Lorena Verdún le gritó: “Asesino”. Ya casi en la puerta de salida del recinto, el hombre se dio vuelta pero el juez pidió que lo sacaran mientras Verdún le gritaba: “Qué vas a decir que no mandaste a matar a Cantero”. El juez intentó callarla. “Hijo de puta”, siguió Verdún y el juez le pidió a su abogada defensora que intercediera. Así Paz salió de la sala una hora después de haber entrado.