«Tengo miedo porque Oscar algo me va a hacer». La verdad salió a luz durante los primeros días de enero de 2018. En la oficina del sumariante de la comisaría de Capitán Bermúdez, ella tenía 16 años cuando explicó por qué no quería volver a su casa. Se quebró y comenzó a llorar desconsoladamente. Y ahí se descubrió el horror de lo que estaba viviendo junto a otras dos hermanitas. Todas menores de edad, por entonces.
Este miércoles comenzó el juicio oral seguido a Oscar Alfredo S., de 48 años, a quien Fiscalía de San Lorenzo acusa de reiterados hechos de abuso sexual simple y con acceso carnal, agravados por la relación de convivencia en perjuicio de tres hijastras, con quienes compartía domicilio en la cuadra de Paraguay al 400, en Capitán Bermúdez.
En los alegatos de apertura, el fiscal Aquiles Balbis hizo hincapié en los actos de manipulación e intimidación a los que eran sometidas las tres niñas por parte de Oscar S., el sindicado abusador que llegó a Tribunales de San Lorenzo movilizándose con muletas y que permanece en prisión domiciliaria por padecer una enfermedad llamada hemofilia tipo A: un trastorno por falta de coagulación sanguínea.
En la primera audiencia del juicio también pasaron los primeros declarantes en calidad de testigos. Uno de ellos declaró que la mayor de las hermanas mantuvo una fuerte discusión con su padrastro en julio de 2017 y que se fue a vivir de una tía. En diciembre de ese año, su hermana de 16 también decidió irse de la casa por problemas con la pareja de su madre. “En el cumpleaños de una de ellas, Oscar se enojó porque apareció un noviecito. Intentó atropellarlo con el auto y hasta lo denunciaron en la comisaría por ese hecho”, contaron.
La semana siguiente, ya en enero de 2018, la víctima de 16 años fue llevada por un familiar a la Comisaría 2° de Capitán Bermúdez. Estaba viviendo de una tía y su mamá pedía que volviese a casa. Delante del sumariante se largó a llorar desconsoladamente, refirió otro de los testigos. Dieron aviso al comisario y derivaron el caso al Área de Investigación de Violencia de Género, Familiar y Sexual (AIVGFyS) de la Unidad Regional XVII, añadieron.
Declararon que «allí ella contó que Oscar la manoseaba y le tocaba sus partes íntimas». Desde que tenía 11 años abusaba de ella y controlaba sus movimientos con cámaras de videovigilancia, confiaron. Al poco tiempo la mayor de las hermanas declaró en Fiscalía que había sido abusada desde los 10 y hasta los 17 años por su padrastro, señalaron. En tanto que la más chica de las tres hermanas abusadas recordó «aparecer acostada en la cama de Oscar sin saber cómo y amanecer dolorida en sus partes íntimas», agregaron. «Tenía entre 9 y 10 años».
La madre de las tres niñas abusadas conoció a Oscar en 2010. Y aunque sus familiares le advirtieron a la mujer que “no era un buen partido para ella”, finalmente apostó por la convivencia. En total, la mujer tiene cinco hijos de su pareja anterior: cuatro nenas y un varón. Ella trabajaba de tarde-noche en un salón de fiestas de Granadero Baigorria, apuntaron en otro de los testimonios.
Según la investigación del fiscal Balbis, el imputado cometió delitos contra la integridad sexual de tres de sus hijastras desde 2011 hasta 2017. Actualmente las víctimas tienen 20, 18 y 16 años. Cuando estalló el horror en esa vivienda de calle Paraguay al 400, se disolvió la familia ensamblada. Las chicas se fueron a vivir de otros familiares y una de ellas convive con su madre.
En la audiencia de febrero pasado, el juez Juan José Tutau aceptó la acusación del fiscal Balbis, quien pidió una pena de 22 años de prisión efectiva para el acusado del triple abuso sexual. Desde hoy, el tribunal a cargo del debate está compuesto por los Jueces de Primera Instancia Eugenio Romanini, Marisol Usandizaga y Álvaro Campos.