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Juicio oral: la hermana de Esteban Alvarado en el banquillo por drogas

La mujer de 37 años y su pareja de 35, están sindicados como integrantes de una organización dedicada a la venta de drogas sintéticas, marihuana y cocaína desbaratada en 2014 que tenía ramificaciones en Rosario, Roldán y Carcarañá

La hermana y el cuñado de Esteban Alvarado –el hombre condenado por robo de autos de alta gama que fue imputado como instigador de la ejecución del prestamista Lucio Maldonado– comenzaron a ser juzgados este jueves por tráfico y comercialización de estupefacientes en los Tribunales Federales de bulevar Oroño al 900. Para la acusación, el cuñado de Alvarado es uno de los tres organizadores de la banda que contaba con al menos once integrantes y que dividía sus actividades ilícitas en dos ramas: la venta de drogas sintéticas y por el otro, la comercialización y proveeduría de marihuana y cocaína en Rosario, Roldán y Carcarañá.

El debate oral está a cargo del Tribunal Federal 3 Rosario (TOF3), integrado por los jueces Eugenio Martínez Ferrero –presidencia–, Osvaldo Facciano y Ricardo Vázquez, quien reemplaza al magistrado Mario Gambacorta, ya que fue el fiscal de la causa.

La Fiscalía general está representada por Federico Reynares Solari. Los acusados que llegaron al juicio oral son nueve: Fabricio Lorincz, de 35 años (cuñado de Alvarado); Miguel Ángel Lotufo, de 33, y Gustavo Ariel “Gordo” Ramírez, de 45, están sindicados como organizadores. En tanto, como integrantes de la banda está Yanina Alvarado, de 37 y pareja de Lorincz; Natalia “Nati” Scarcelo, de 45; Sergio Tesan, de 32; Yamil Gerónimo Yadu, de 26; Mauro “Eze” Salgado, de 25, y Leonel Demetrio, de 29. El décimo imputado, Ariel Gaeta, no se presentó y fue declarado en rebeldía mientras que Eduardo “Negro” Yadu, padre de Yamil, está prófugo en la causa.

Las audiencias se desarrollarán los jueves y viernes y se esperan que comparezcan 140 testigos.

La causa y los roles

En la primera jornada se presentó la investigación llevada a cabo por el entonces fiscal Gambacorta, la cual fue supervisada por el magistrado Carlos Vera Barros. Para la acusación, el expediente comenzó a finales de 2013, como desprendimiento de una causa anterior donde los investigadores de la Brigada Antinarcóticos provincial y de la Policía Federal interceptaron comunicaciones de un subdistribuidor de esta banda que tenía dos ramas: por un lado, los organizadores Lorincz y Ramírez vendían marihuana y cocaína en Rosario, Roldán y Carcarañá, dice la acusación. Por el otro, Lotufo coordinaba la comercialización de drogas de sintéticas (LSD, éxtasis y ketamina) junto con los otros estupefacientes, según la misma versión. Para la Fiscalía, los integrantes de la banda se dedicaban a vender en sus domicilios como también de concretar las transacciones bajo la modalidad de delivery.

La pesquisa duró un año y el 20 de diciembre de 2014 el juez Vera Barros firmó 25 órdenes de allanamientos que se realizaron en simultáneo en la ciudad, Roldán y Carcarañá; se incautaron poco más de dos kilos de cocaína, unos diez kilos de marihuana, algunas pastillas de éxtasis, 1.700 dosis de LSD y también elementos de corte.

De acuerdo con la acusación, en la organización integrada por los imputados Lorincz, Ramírez, Alvarado, Scarcelo, Gaeta (prófugo) y Tesan, los dos primeros eran los referentes y coordinaban las acciones para distribuir los estupefacientes. Ramírez comercializaba cocaína y marihuana tanto en Rosario como en Roldán y lo hacía en los domicilios donde pasaba la noche y también trasladaba las sustancias a pedido y por medio de subdistribuidores.

“El otro organizador, Lorincz, llevaba adelante las actividades con su pareja, la imputada Yanina Alvarado, dando indicaciones a su consorte procesal Natalia Scarcelo, la cual estaba al frente de un lugar de venta de material estupefaciente en una de las viviendas Fonavi delimitadas por avenida 25 de Mayo, Donado, Chubut y Forest”, indicaron en la acusación.

Lotufo, por su parte, organizaba la distribución y venta de las drogas sintéticas con Demetrio y Salgado, dice la Fiscalía, para quien Demetrio abastecía de material estupefaciente a Lotufo.

A modo de ejemplo, Gambacorta expuso en su pedido para elevar la causa a juicio oral una conversación interceptada entre Ramírez y Lorincz:

— Fabri: “Gordo, soy el Fabri; tengo que hablar con vos. Quiero arrancar con este negocio a full y estoy un poco desorientado. Tenemos que hablar gordo”

— Gustavo: “D una, yo ando apata y seko fabri”

— Fabri: “Y bueno gordo hagamos negocio entonces. Tenés que venir a casa, yo estoy con arresto domiciliario pero tenes que venir amigo, yo te doy para que muevas amigo”.

– Gustavo: “Ok prepara el asado q voy a comer jajaja”.

El arresto domiciliario en la vivienda de Cochabamba al 6800 del que daba cuenta Lorincz estaba concedido por una condena a dos años de prisión efectiva por tenencia de arma de fuego de uso civil.

La palabra de los acusados

Luego de que los secretarios del TOF3 leyeran la acusación elevada a juicio en diciembre de 2017, fue el turno de la presentación de los acusados. La primera en sentarse frente a los magistrados fue Yanina Alvarado, quien se abstuvo a declarar. Esa misma actitud tomó su pareja Fabricio Lorincz, aunque dijo que conocía a algunos de los acusados por ser del barrio.

A su turno, Lotufo contó que está cursando Derecho y hace algunas materias de Ciencias Económicas en la cárcel federal porteña de Villa Devoto. Dijo que lo detuvieron el 20 de diciembre de 2014 y la voz se le quebró cuando recordó que su padre murió el 31 de ese mes y no lo dejaron ir a despedirse. “En las materias de Derecho dice que no se puede cortar el vínculo del preso con la familia, pero hace tres años que no veo a mi hija, mi madre, mis hermanos”, expuso y pidió al tribunal si le podía facilitar el encuentro con sus familiares.

Cuando llegó el turno de Yamil Yadu, el muchacho negó los cargos que se le imputan en este juicio. Dijo con voz nerviosa y los ojos llorosos que la casa en Carcarañá donde fue apresado era de su padre, Eduardo, prófugo en este expediente. “Viví siempre con mi abuela”, dijo y remarcó su inocencia. Además, su abogada defensora pidió si podía abstenerse de estar en las audiencias ya que tenía un trabajo en blanco y era el sostén de su familia.

Mauro Salgado también pidió no estar en las jornadas del debate porque tiene un trabajo en blanco y explicó que es el único sostén de su familia, ya que fue padre de mellizos hace un año y medio.

Ramírez se abstuvo de declarar. Natalia Scarcelo dio sus datos y también declinó hablar. Sólo pidió si podían dejar que sus 12 nietos la visiten.

El último en sentarse ante los jueces del TOF3 fue Leonel Demetrio. El muchacho de 29 años contó que desde 2015 trabaja en gastronomía. Dijo que estuvo en blanco en dos bares importantes de la ciudad y que ahora tenía trabajo registrado en una sucursal de una cadena internacional de restaurantes en Pilar (Gran Buenos Aires), por lo que solicitó no estar en las audiencias. Quiso declarar. “Nunca tuve contacto, ni mensajes con los demás acusados. Si hay alguna escucha, esa voz no es mía”, explicó y dijo que el número de celular que está en la causa como de su propiedad no le pertenece.

Esteban Alvarado

Yanina es la hermana menor de Esteban Lindor Alvarado, de 42 años. El hombre es un ex convicto por el robo de autos de alta gama y está sospechado por presuntos vínculos con el narcotráfico. El 2 de febrero pasado fue detenido en Córdoba y diez días atrás fue formalmente imputado como instigador del crimen de Lucio Maldonado, un prestamista rosarino que a mediados de noviembre fue secuestrado en la puerta de su casa de barrio Tablada y arrojado sin vida horas después en avenida Circunvalación y bulevar Oroño con las manos atadas en la espalda, cuatro tiros y una nota en el bolsillo que decía: “Con la mafia no se jode”.

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