La conflictividad de la familia de Mirta Ruñisky y el uso del Oxaprost se vio reflejada en la décimo segunda audiencia oral del juicio que se sigue a nueve personas por la privación ilegítima de la libertad y aborto no consentido seguido de muerte de Paula Perassi para un grupo, y sustracción de prueba y el incumplimiento de los deberes entre otros delitos para otro. Durante esta jornada declaró otro de los ex yernos de Mirta Ruñisky, acusada de practicar por la fuerza un aborto a la víctima. Ricardo L. se despegó de los testimonios que lo sindicaron como una de las personas que contó que su ex suegra le hizo un aborto a Paula. También declaró el marido de Ruñisky, el hombre aseguró que las pastillas e Oxaprost que encontraron en su casa en 2014 durante un allanamiento las tomaba para el dolor de rodilla, pero el envase tenía fecha de vencimiento en 2012.
José D. es camionero y marido de Mirta Ruñisky. La pareja no tiene hijos en común pero convive con 4 de los 5 hijos de la mujer, dos con discapacidad de más de un 90 por ciento. Contó cómo su patrón lo ayudó a hacerse la casa a la que se mudó y cómo llegaron a la vivienda los presuntos tubos de ensayo que se encontraron en el allanamiento. José aseguró que eran botellas de gaseosas retornables que no habían sido infladas y las tenía en su casa porque le habían quedado en el camión.
El punto neurálgico de su declaración fue su estado de salud. Dijo que sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) en 2004 y que tenía diversas enfermedades: presión, arritmia, problema en la rodilla y gastritis entre otras dolencias, según enumeró.
El hombre agregó que está anticoagulado por el corazón y entre la medicación que toma dijo que ingería Diclofenac y Oxaprost para las piernas. Esta última medicación fue secuestrada en su casa en el operativo 2014 entre otras cosas.
Los abogados querellantes le preguntaron si tenía problemas de gastritis y rodilla y el testigo asintió. Le preguntaron si consumía Oxaprost y dijo que si aunque no supo contestar cuanto salía ese medicamento en 2012. No lo recordaba a pesar de asegurar que él mismo las compraba. Tampoco supo decir cuánto vale hoy, ni lo que sale el Diclofenac. Dijo que sabe que este último analgésico es más barato y lo consume cuando está mejor de la gastritis.
El testigo tampoco recordaba si las pastillas secuestradas en 2014 estaban vencidas, entonces le mostraron la caja. El vencimiento databa de 2012. Contó que dejó de comprar el Oxaprost hace un tiempo y actualmente toma Diclofenac para la rodilla y Gastec para la gastritis.
El 6 de abril pasado un médico que tuvo la tarea de informar para qué servían los medicamentos secuestrados en la casa de Ruñisky declaró en el juicio e hizo foco en el Oxaprost. Este medicamento tiene Diclofenac que es un analgésico y Misorprostol que minimiza los riesgos gástricos del analgésico, pero una de las acciones principales que tiene es la producción de la contracción del útero, es decir que expulsa el contenido, explicó en dicha oportunidad.
El médico agregó en su testimonio que tiene una muy limitada utilización como analgésico y es más difundida como un medicamento para provocar aborto. A lo que sumó que este medicamento tiene un muy elevado precio de mercado, entre 5 y 6 mil pesos para utilizarlo como un analgésico mientras que el ibuprofeno no supera los 300 pesos, según la marca.
El ex yerno
Ricardo L. estuvo en pareja con una de las hijas de Ruñisky con la que tiene una hija. Actualmente están separados y transitan una mala relación, la que se replicaba con su suegra. Este hombre fue nombrado por dos testigos en el juicio: su ex cuñado Nicolás V. quien aseguró que fue una de las personas que le dijo que su suegra le había practicado un aborto a Paula Perassi y tenía antecedentes penales en Misiones donde estuvo presa 8 meses, y por Alberto Perassi, el padre de la víctima, quién contó que la abogada Rita P. le dijo que tenía un cliente que le confió que su suegra le hizo un aborto a Paula y se había muerto en la práctica. Ese cliente era Ricardo L., quien este jueves se presentó para testificar.
El testigo hizo un breve relato y reconoció que en 2014 su abogada era Rita P. por los problemas que tenía con su pareja, con la que había estado separado en varias oportunidades, aunque al declarar este jueves negó todo. Dijo que no habló del caso con su entonces abogada, ni con su ex cuñado. Además, contó que se enteró de la declaración de Nicolás V. cuando lo citaron en el tribunal de San Lorenzo aunque después agregó que Nicolás le dijo que tenía la manera de destruir a Mirta, suegra de ambos, y lo invitó a que lo acompañara en su venganza pero se negó, entonces su ex cuñado le dijo que ya se iba a enterar.
Medidas judiciales
También declararon por pedido de la defensa de Gabriel Strumia algunos miembros de las fuerzas de seguridad nacional que intervinieron en parte de las medidas. Uno de ellos un comandante de Gendarmería Nacional que cumplimentó un pedido para hacer una pericia de voz sobre un mensaje. Se trataba del audio que quedó grabado cuando estaba intervenido el teléfono de Gabriel Strumia, el principal sospechoso, y una voz femenina gritaba auxilio en tres oportunidades. El grito tenía de fondo el tono del teléfono. A los padres de Paula los citaron para hacerles escuchar la grabación, ellos dijeron que no era su hija pero que era la voz de Roxana Mitchl, esposa de Strumia. Este jueves el uniformado dijo que no se pudo hacer la pericia por cuestiones técnicas.
Además, el defensor solicitó a dos miembros de la Policía Federal que hicieron distintos recorridos para tomar el tiempo que se tarda en transitar en auto dos tramos. El primero fue desde la casa de Paula en San Lorenzo a la vivienda de Strumia en Puerto General San Martín, el testigo dijo que recorrieron 5.4 kilómetros en 9 minutos. El otro tramo fue de la casa de Puerto General San Martín hasta la casa de Mirta Ruñisky en Timbúes, este recorrido lo hicieron un domingo de septiembre de 2018 a las 21.30. Fueron 5,2 kilómetros, y tardaron 7 minutos.
Estas preguntas a los miembros de las fuerzas federales por parte de la defensa tuvieron como objetivo sumar indicios en esta etapa de producción de prueba en el juicio para determinar lugares y recorridos de dónde se encontraba Strumia, aunque las conclusiones se conocerán en los alegatos de clausura.