Julieta Laso fue la voz de la reconocida Orquesta Fernández Fierro (OFF) hasta hace algunos meses cuando decidió alejarse de la formación porteña de tango y explorar de lleno otros rumbos musicales que la tienen al frente de su propio proyecto artístico. Así grabó Martingala, un disco que presenta este sábado en Rosario y que destaca en musicalidad, lírica y potencia expresiva, al tiempo que para medios especializados fue de lo mejor de 2018 en todo el territorio nacional.
En el álbum suena el folclore del mundo puesto en sintonía con la oscuridad del imaginario de Buenos Aires. Esa ciudad con ritmo frenético, de bares y esquinas pintorescas, puerto y urbanidad, donde se narran historias y mitos y, fundamentalmente, todo puede ocurrir, y mucho de eso ocurre. “El disco, para mí, es de música popular con una poética porteña”, dijo la cantante y actriz a El Ciudadano.
El álbum contiene ocho canciones y su duración es relativamente breve con temas que, salvo el último, no superan los cuatro minutos. Casi todos fueron escritos por Diego Baiardi mientras Lisandro Silva Echeverría le puso música, siempre bajo la dirección de la propia Laso.
Martingala comenzó a nacer antes del ingreso de la cantante a la OFF, se fue transformando en el proceso, y vio finalmente la luz tras cinco años de gestación. “Antes de entrar en la orquesta empezamos a soñarlo con Diego y Lisandro”, contó Laso para quien las canciones responden a temas “muy personales” porque, dijo, “salían de conversaciones privadas e íntimas y encuentros; hablan de cosas que me incumben. Para mí eran muy importantes las letras y no me importaba que fuera un disco de tango o de género. Quería que fueran canciones honestas”, expresó.
Esa honestidad a la que refiere es esa nula especulación que hay cuando se escucha el disco, que lo destaca sobre otros trabajos del género editados en 2018. “Me da un montón de peso a la hora de cantar el hecho de sentir que estoy hablando de cosas personales, de miedos y cosas que me pasan pero entiendo que, cuando las comparto con el otro, se genera algo bueno”, analizó.
Martingala navega por las cauces de géneros imprecisos. Es por eso que el disco tiene en su sonoridad colores provenientes del tango pero también de otros lugares como el blues, el rock, el folclore y hasta la cumbia, abrevando en el camino en el vals y hasta aires flamencos y de candombe.
El disco abre con “Villa Crespo”, un tema de sonoridad candombe y profunda raigambre urbana. La voz de Laso, en una inflexión tanguera, expresa esa rústica del arrabal con lunfardo incluido. La historia que tiene lugar en una medianoche en ese céntrico barrio porteño la tiene preguntándose: “¿Y el corazón para qué si no hay salvación?”.
La pronunciación vocal no es una búsqueda estética por acercarse al tango. “No nos preocupaba si era o no tango porque hay una referencia ahí. Yo vengo de cantar tangos con la OFF y antes cantaba tango tradicional. Acá estamos investigando zonas nuevas”, expresó Laso.
Tras la poderosa apertura devienen tres temas: “Fantasmas” que tiene a la mesa de un bar como escenario central donde “los fantasmas me perseguirán” y una sonoridad de blues que remite inmediatamente a esos paisajes de la gran ciudad. En ese tránsito el viaje conduce al barrio del Abasto donde el tema “La piel de la ciudad” relata: “Vos y yo somos lo mismo y vamos al filo del abismo bailando entrelazados”. Y, con un sustento bien rioplatense calando hondo en la melodía, afirma: “Somos el traicionado y el traidor”. Al trote, con gran factura visual y descriptiva, llega “El Pampero”, un tango en el que Laso canta que “el galope se hace corazón”. Entre vientos “que canta cruzando La Pampa” y donde “chillan los teros bajo el aguacero”.
Un punto de inflexión se produce cuando las estrofas del quinto tema comienzan a sonar. “El dinero nada va a valer cuando el olor de las tribus se empiece a oler”, dice. Y sigue: “No llames a la policía con tu teléfono celular, cuando el grito de guerra se empiece a escuchar. El caos va a ser internacional, no podrás escaparte del país, cuando el olor de las tribus se empiece a sentir”. Y repite: “A por ellos que son pocos y cobardes”. Lo llamó “Las Tribus” y es una canción que puede tener múltiples significados pero que, ante la consulta de a quién se dirige, la cantante prefiere no dar datos precisos, en un gesto por devolverle la capacidad de imaginación al oyente. “Pueden ser los que no son dueños, también que con todo el feminismo cobre otro sentido. Me gusta que cada uno interprete”, dijo contundente.
En “Ya ni saludás” se pregunta “cuánto puede soportar el corazón de un hombre sin poder amar”, mientras el rasguido de guitarras marca el pulso de la canción imprimiéndole sangre y profundidad. “Cuánta tristeza verte pasar, ya no estar en tu caminar, sin hablarnos de la soledad”, dice.
Y finalmente, a pura cumbia y candombe, llega “Buenos Aires vos quién sos”, que parece una síntesis de la Buenos Aires de Julieta Laso: “La que me hace llorar, la dueña de mi amor, la de risa de Gardel, las manos de Perón…”. La representada en “esta alergia cada primavera, coche que te pisa, bondi que no frena”. Y en la que: “Sos Cerati, Charly, Luca Prodan, Nelly Omar y Manzi, Ferrer y Piazola, reino del revés de María Elena”.
En Rosario, Julieta Laso se presentará acompañada por su banda formada por Alexey Musatov en violín, Noelia Sinkunas en piano, Paloma Schachmann en clarón y Cristian Basto en contrabajo. Con ellos, además de las canciones de Martingala, sumará temas “de hoy y de siempre”, adelantó.
En Martingala Julieta Laso tiene un doble rol: es intérprete pero de temas nacidos de ella misma. Sobre cuánto de esa faceta actoral de sus orígenes existen en este disco, en la interpretación, expresó finalmente: “Hay mucho de la interpretación. Desde que empecé a cantar me agarré mucho de ese lugar. Y toda mi formación vino del teatro cuando era chica. Es un lugar donde me siento cómoda, que me gusta y disfruto, y que me interesa. Con la OFF también me apoyaba mucho en lo interpretativo y es de mis lugares favoritos”.
Para agendar
Julieta Laso presentará las canciones de Martingala con un concierto que tendrá lugar este sábado, desde las 21.30, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén, de Sarmiento y Mendoza, donde también se encuentran a la venta las entradas